El desfibrilador DEA es un equipamiento de cardioprotección que cardio protege a clientes y empleados contra la muerte súbita en un bar o restaurante, espacios con un intenso tránsito de personas durante toda la jornada.

El desfibrilador recomendado para un bar es un desfibrilador que lo puedan utilizar tanto en adultos como en niños

Nos encontramos cotidianamente cada vez en más lugares públicos y privados con un punto de rescate cardíaco donde disponen de un desfibrilador semiautomático externo. Sobre todo el lugares donde la afluencia de personas es altamente elevada.

Es una realidad que las personas en este aspecto están cada día más concienciadas, pero todavía queda mucho trabajo por hacer, toca seguir concienciando.

En España se producen miles de casos de muerte súbita al año. Muchos lugares donde la afluencia de gente es elevada siguen sin disponer de un desfibrilador, ni formación adecuada para las personas que trabajan dentro de estos mencionados lugares.

¿Por qué instalar un desfibrilador en bares y restaurantes?

Es el caso del sector de la restauración y hostelería, frecuentamos estos establecimientos muy a menudo. Somos un país en el que en total, hay más de 277.500 establecimientos hosteleros. De este modo la hostelería emplea a más de 1,2 millones de personas.

Es inconcebible que en la mayoría de locales, restaurantes y bares no se disponga de un desfibrilador DESA/DEA y que tampoco sus empleados tengan una formación en soporte vital básico para saber nociones básicas de cómo actuar correctamente ante una emergencia.

Factores destacables por los que restaurantes y bares deben ser espacios cardio protegidos con desfibriladores DEA y formación para su uso:

  1. El bar o restaurante son espacios de alta afluencia de personas, frecuente, continua y diaria durante todo el año.
  2. Diferentes perfiles: niños, adultos, tercera edad. Y dentro de cada perfil, personas con sus particularidades diferenciadas a nivel físico y de salud. También desconocemos si las personas que acuden padecen problemas del corazón, de colesterol, de tensión, etc.
  3. Posibilidad de ingerir un alimento o bebida y producirse un ahogamiento causado por un atragantamiento derivando en falta de oxígeno y posteriormente una parada cardiorrespiratoria.
  4. Comidas, fiestas y eventos en los que se come o bebe desmesuradamente siendo un motivo importante para tener un infarto. Una gran comilona provoca un aumento repentino de los niveles de triglicéridos que pueden dañar el endotelio (revestimiento interior de las arterias). Por tanto se pueden producir trombos y coágulos, y con ellos un ictus cerebral o un infarto de miocardio.

Además de estos importantísimos factores, toca tomar nota de las estadísticas, en España se producen unas 30.000 paradas cardiorrespiratorias al año, esta cifra podría reducirse si hubiera más desfibriladores y se aplicara una correcta reanimación a la víctima en los cinco primeros minutos.

Formación incluida en reanimación cardiopulmonar y SVB

Por ello, es vital también enseñar a empleados y camareros formación homologada en reanimación cardiopulmonar y SVB, saber actuar ante un atragantamiento, usar correctamente un desfibrilador o poner a un cliente en posición lateral de seguridad que haya sufrido un ataque al corazón.

España está lejos de alcanzar los niveles de vecinos europeos como Francia o Alemania, donde el número de desfibriladores en espacios públicos supera ocho veces el de nuestro país.

Desfibriladores de alquiler, renting o compra para bares y restauración

Desde Proyecto Salvavidas queremos que esto cambie por ello ponemos a disposición de todo el sector hostelero desfibriladores semiautomáticos externos fáciles de usar y nuestro equipo de formadores para enseñar a todo el personal las técnicas necesarias para aplicar unos primeros auxilios.

Todos debemos poner nuestro granito de arena e incluir en todos los lugares públicos y privados un desfibrilador.