Desfibriladores DEA en piscinas. Conoce cómo debe realizarse la cardioprotección de estas instalaciones con alta afluencia de personas.

Paradas cardíacas en piscinas: cómo prevenirlas y actuar con eficacia este verano

Con la llegada del verano, las altas temperaturas y las vacaciones, las piscinas se convierten en uno de los principales lugares de ocio para millones de personas en España. Sin embargo, lo que para muchos representa descanso y diversión, también es una época en la que aumentan significativamente los accidentes cardiovasculares y los ahogamientos, tanto en piscinas públicas como privadas. Por este motivo, desde Salvavidas Cardio queremos reforzar el mensaje: la cardioprotección en entornos acuáticos es imprescindible y salva vidas.

El verano y los riesgos cardiopulmonares

Durante los meses estivales, el calor extremo, la exposición prolongada al sol, la deshidratación o los esfuerzos físicos intensos en actividades recreativas pueden desencadenar episodios de emergencia médica, como síncopes, infartos o incluso paradas cardiorrespiratorias. A esto se suman otros riesgos como caídas, intoxicaciones alimentarias, cortes de digestión y, por supuesto, los temidos ahogamientos.

Las piscinas, aunque ofrecen un ambiente seguro si están bien gestionadas, no están exentas de peligros. Según datos de la Real Federación Española de Salvamento y Socorrismo, un gran número de las muertes por ahogamiento que se producen cada año en nuestro país tiene lugar en piscinas privadas. Entre un 70 y un 80 % de estos sucesos se concentran en domicilios particulares, muchas veces por falta de vigilancia, formación y medios adecuados para una respuesta eficaz.

Más de 30.000 paradas cardíacas al año en España

La parada cardiorrespiratoria es una de las principales causas de muerte en España, con más de 30.000 casos anuales. La mayoría de estas paradas se producen fuera del entorno hospitalario. Y lo más alarmante: menos del 10 % de las víctimas sobrevive. ¿La razón principal? La falta de atención inmediata y adecuada durante los primeros cinco minutos, los más críticos para salvar una vida.

En este sentido, la formación en Soporte Vital Básico (SVB) y el acceso rápido a un desfibrilador DEA marcan la diferencia entre la vida y la muerte. Por eso, es fundamental que las instalaciones acuáticas —sean públicas o privadas— dispongan de desfibriladores correctamente mantenidos, señalizados y con personal capacitado para su uso.

Ahogamientos en piscinas: una realidad preocupante

Lejos de tratarse de un fenómeno esporádico, los ahogamientos en piscinas suponen un grave problema de salud pública. En lo que llevamos de año, ya se han superado las 90 víctimas mortales por esta causa. La mayoría de estas muertes, como ya hemos mencionado, ocurre en piscinas privadas donde no siempre hay socorristas ni formación en primeros auxilios.

Es importante destacar que, aunque los menores son los casos que más aparecen en prensa, el grupo de edad con más fallecimientos por ahogamiento es el de mayores de 65 años, representando el 42 % de los casos. Por tanto, todos estamos expuestos y, más que nunca, la prevención debe convertirse en nuestra mejor aliada.

Formación en SVB y uso del DEA: clave para la supervivencia

Conocer las maniobras básicas de reanimación cardiopulmonar (RCP) y cómo usar un desfibrilador externo automático (DEA) puede aumentar hasta en un 70 % las probabilidades de supervivencia en una parada cardíaca.

En Salvavidas Cardio promovemos la formación de trabajadores, socorristas, familias y comunidades en técnicas de SVB. No solo enseñamos cómo actuar ante una parada cardíaca, sino también ante otras emergencias frecuentes en piscinas, como cortes de digestión, insolaciones o ahogamientos.

La técnica de la RCP es sencilla y puede aprenderse desde edades tempranas. Cualquier persona puede aplicar compresiones torácicas eficaces si ha recibido una formación mínima. Si además se cuenta con un DEA cerca, las probabilidades de revertir una parada cardiaca aumentan drásticamente.

¿Cómo actuar si alguien sufre una parada cardiaca en la piscina?

  1. Retirar a la persona del agua con cuidado.
  2. Comprobar si respira y si tiene pulso. Si no hay respiración ni latido, se inicia la reanimación.
  3. Llamar al 112 y pedir ayuda inmediatamente.
  4. Comenzar las maniobras de RCP (30 compresiones torácicas seguidas de 2 insuflaciones).
  5. Aplicar el desfibrilador en cuanto esté disponible, siguiendo sus instrucciones.

Es fundamental asegurarse de que la víctima esté seca antes de colocar los electrodos del DEA. Además, se debe despejar la zona de personas para garantizar la seguridad durante la descarga.

Qué es el ahogamiento secundario o tardío

Una persona que ha sufrido un principio de ahogamiento puede parecer recuperada, pero seguir en riesgo. El ahogamiento secundario ocurre cuando, tras haber tragado agua, esta queda alojada en los pulmones, provocando una inflamación que impide el correcto intercambio de oxígeno. Puede aparecer hasta 24 horas después del incidente.

Por ello, es fundamental que cualquier persona que haya sido rescatada del agua sea evaluada por profesionales médicos, incluso si parece estar bien.

¿Y los cortes de digestión?

Lo que popularmente llamamos “corte de digestión” es, en realidad, un fenómeno llamado hidrocución. Se trata de una reacción del cuerpo ante una inmersión brusca en agua fría que puede provocar mareos, desmayos, e incluso parada cardíaca.

Aunque no es necesario esperar dos horas completas tras comer para bañarse, sí es recomendable evitar zambullidas en agua fría justo después de comidas copiosas, especialmente si se está bajo el sol.

Desfibriladores DEA en piscinas: una necesidad real

Cada año queda más claro que la instalación de desfibriladores en piscinas no es una opción, sino una necesidad. Equipar estos espacios con dispositivos de desfibrilación y formar al personal en su uso no solo salva vidas, sino que también transmite un mensaje claro de responsabilidad y compromiso con la seguridad de los usuarios.

En Salvavidas Cardio facilitamos la instalación de desfibriladores en piscinas públicas, urbanizaciones, hoteles y campings. Ofrecemos fórmulas de suscripción que incluyen el equipo, la instalación, la formación, el mantenimiento y la renovación de consumibles. Todo sin sorpresas, y cumpliendo siempre con la normativa vigente.

Conclusión: disfrutar del verano, pero con seguridad

Disfrutar del verano y del agua no está reñido con la seguridad. La prevención es el mejor salvavidas que podemos ofrecer. Tener conocimientos en reanimación, contar con un DEA cercano y saber cómo actuar puede marcar la diferencia en una situación de vida o muerte.

Si gestionas una piscina o formas parte de una comunidad con zona de baño, contacta con nosotros y descubre cómo cardioproteger tu espacio. Instalar un desfibrilador y formar al personal es un paso sencillo, económico y responsable. Porque un verano seguro también es un verano con corazón.

¿Quieres saber cómo cardioproteger tu piscina este verano? Contáctanos en www.salvavidas.com o escríbenos a salvavidas@salvavidas.com. ¡Juntos podemos salvar vidas!

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