Aumentan las paradas cardíacas durante la pandemia. Compartimos contigo nuestros estudios sobre esta materia. Más info aquí.
Paradas Cardíacas y COVID-19: Un Vínculo que No Podemos Ignorar
Desde el inicio de la pandemia, los sistemas sanitarios de todo el mundo se han visto sometidos a una presión sin precedentes.
Si bien el foco se ha centrado principalmente en las infecciones respiratorias graves causadas por el SARS-CoV-2, una realidad paralela ha ido tomando forma de manera silenciosa pero alarmante: el aumento de las paradas cardíacas extrahospitalarias (PCEH).
En Salvavidas Cardio, como especialistas en cardioprotección, nos hemos preguntado: ¿Han aumentado las PCEH durante la pandemia? ¿Existe una relación directa o indirecta entre estas y la COVID-19? Para responder, hemos analizado estudios científicos publicados en varios países que nos permiten entender mejor la dimensión de este problema de salud pública.
¿Qué es una parada cardíaca extrahospitalaria?
Una PCEH se produce cuando el corazón deja de latir de manera inesperada fuera del entorno hospitalario. Su consecuencia inmediata es la interrupción del flujo sanguíneo al cerebro y órganos vitales. En ausencia de reanimación cardiopulmonar (RCP) y desfibrilación rápida, la víctima puede fallecer en pocos minutos.
En España, cada año se registran más de 30.000 muertes por paradas cardíacas extrahospitalarias. Y aunque la rápida respuesta del Sistema de Emergencias Médicas (SEM) y la intervención precoz de testigos puede duplicar o incluso cuadruplicar la probabilidad de supervivencia, durante la pandemia esta cadena de supervivencia se ha visto seriamente comprometida.
Italia: un incremento del 52% en las PCEH
Uno de los primeros estudios que alertó del aumento de las paradas cardíacas fuera del hospital tuvo lugar en Lombardía (Italia), el primer epicentro europeo del COVID-19.
Entre febrero y marzo de 2020, la región experimentó un incremento del 52% en la incidencia de PCEH en comparación con el mismo periodo del año anterior.
Además, los tiempos de respuesta del SEM se incrementaron en tres minutos, un intervalo crítico cuando hablamos de muerte súbita. Paralelamente, el porcentaje de víctimas que recibió RCP por parte de testigos disminuyó, afectando negativamente la supervivencia.
Francia: PCEH duplicadas en plena pandemia
En París, un estudio poblacional reveló que la incidencia de paradas cardíacas se duplicó durante las semanas más críticas del confinamiento. Del 22,8% de pacientes que eran ingresados vivos al hospital antes del COVID, se pasó a un 12,8%. Nuevamente, la disminución en la RCP por parte de testigos y el aumento de los tiempos de respuesta del SEM fueron factores determinantes.
Curiosamente, este aumento tuvo una duración concreta: entre las semanas 12 y 15 del año 2020, coincidiendo con el pico de contagios y el miedo social generalizado.
Nueva York: un triple aumento de casos
Estados Unidos no fue la excepción. En Nueva York, el número de paradas cardíacas extrahospitalarias se triplicó en comparación con el mismo periodo de 2019. Se registraron 2.653 PCEH adicionales, representando el doble de casos que los atendidos en tiempos normales.
El estudio sugiere que muchas de estas muertes podrían estar vinculadas a la propia fisiopatología del COVID-19. La inflamación sistémica, la sepsis viral, la hipoxia y la hipercoagulabilidad son factores que contribuyen a infartos de miocardio y eventos cardiovasculares incluso en ausencia de aterosclerosis previa.
Denver: duplicación de las PCEH y menos infartos atendidos
Denver también vio un aumento de 2,2 veces en la incidencia de PCEH. Lo más preocupante fue el descenso simultáneo en el número de ingresos hospitalarios por infartos agudos de miocardio con elevación del ST (IAMCEST). Muchos pacientes, por miedo a contagiarse o no querer saturar el sistema sanitario, simplemente no acudieron al hospital.
Esta tendencia se repitió en España, donde se registró una caída del 40% en las intervenciones urgentes por IAMCEST. Sabemos que muchos de estos pacientes pueden sufrir fibrilación ventricular y muerte súbita si no se tratan a tiempo. Por tanto, este descenso puede haber contribuido directamente al aumento de las PCEH en nuestro país.
¿Cuál fue el papel del confinamiento?
Uno de los factores más comentados es el aumento de las paradas cardíacas en domicilios. En EE.UU., el 76% de las PCEH durante la pandemia ocurrió en casa. La falta de acceso inmediato a desfibriladores públicos y la ausencia de testigos entrenados en RCP dificultaron aún más la supervivencia.
Además, el miedo al contacto físico en tiempos de pandemia pudo haber disuadido a algunos testigos de iniciar la reanimación por temor a contagiarse. Esta reducción en la respuesta inicial es crítica: por cada minuto sin desfibrilación, la posibilidad de supervivencia disminuye un 10%.
Factores directos e indirectos del aumento de PCEH
Los estudios revisados coinciden en una serie de causas que explican el incremento de las paradas cardíacas fuera del hospital:
- Infección directa por COVID-19: La enfermedad puede causar miocarditis, tromboembolismo, infartos agudos y arritmias letales incluso en pacientes sin antecedentes previos.
- Retraso en la activación del SEM: El miedo al contagio o el deseo de no colapsar el sistema hizo que muchas personas evitaran llamar al 112.
- Saturación de los servicios de emergencia: Los equipos sanitarios estaban desbordados, aumentando los tiempos de respuesta.
- Reducción de RCP por testigos: Por temor al contacto, menos personas iniciaron maniobras de reanimación.
- Descenso de la atención a infartos: Como vimos, muchas personas no acudieron al hospital pese a estar sufriendo un evento cardiovascular grave.
La solución: más formación y más desfibriladores
La pandemia ha puesto en evidencia que la reanimación cardiopulmonar y la desfibrilación precoz son más necesarias que nunca. La formación en Soporte Vital Básico (SVB) debe generalizarse en centros educativos, empresas y espacios públicos.
Por otro lado, la instalación de desfibriladores DEA en comunidades, empresas y viviendas particulares puede marcar la diferencia entre la vida y la muerte. Cuantos más DEAs accesibles haya, mayor será la probabilidad de revertir una parada cardíaca antes de que llegue la ambulancia.
Conclusión
La pandemia de COVID-19 no solo ha afectado al sistema respiratorio. Su impacto sobre la salud cardiovascular es innegable. El aumento global de las paradas cardíacas extrahospitalarias es una llamada de atención para toda la sociedad.
Debemos continuar promoviendo la formación en RCP, facilitando el acceso a desfibriladores y concienciando sobre la importancia de actuar rápido. En Salvavidas Cardio seguimos trabajando cada día para que España sea un país más cardioprotegido.
Porque ante la muerte súbita, cada segundo cuenta.
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