La reanimación cardiopulmonar, o RCP, es una técnica sanitaria de emergencia que se utiliza cuando nos encontramos ante una víctima inconsciente y sin respiración. Esta técnica está destinada a asegurar la oxigenación de los órganos vitales cuando la circulación de la sangre de una persona se detiene.

Cuando alguien sufre un paro cardíaco fuera del hospital, es de vital importancia conocer el procedimiento y reaccionar a tiempo aplicando la RCP para poder salvarle la vida.

Según quién la aplique podemos distinguir dos tipos de RCP

  • RCP Básica: Es aquella que puede ejecutar cualquier individuo sin necesidad de aparatos especiales.
  • RCP Avanzada: Es aquella que puede ejecutar el personal sanitario entrenado, utilizando material médico sofisticado.

La historia de la reanimación cardiopulmonar RCP 

El doctor Peter Shaffer publicó, en la década de 1950,  su libro “ABC de la Reanimación” donde propuso una estructura sistematizada para el abordaje del paciente en parada cardíaca. Sin embargo la historia de la reanimación cardiopulmonar data de mucho antes y ha sufrido importantes cambios a lo largo de la historia.

  • En 1500, se documenta el uso de un fuelle para intentar resucitar a aquellas personas fallecidas tratando de simular su mecanismo de respiración
  • En 1767 se describen también otros intentos de maniobras de reanimación, con posiciones para sacar el aire sucio de pulmones del paciente y así permitir la entrada de aire limpio.
  • En 1858 se documenta la RCP “Fitness” que consiste en la movilización de los brazos hacia arriba para luego llevarlos hacia la parte anterior del tórax, comprimiendo el mismo.
  • En 1874 el doctor Morris Shiff describe el primer masaje cardíaco a corazón abierto.
  • Debido a la Guerras mundiales (1914-18 IGM) (1939-1945 II GM) se produce un retraso en el avance de estas técnicas y no es hasta después de la guerra que se empiezan a datar nuevos avances en el campo de la RCP.
  • En el año 1947 el doctor Shaeffer Beck describe la desfibrilación directa a tórax abierto.
  • En la década de 1950 comienzan los grandes avances de esta técnica. Describen la primera definición de compresiones torácicas externas. También se descubre la desfibrilación externa.
  • En 1958 el padre de la reanimación cardiopulmonar, Peter Shaffer, desarrolló el método de la respiración boca a boca. Demostrando mayor eficacia frente a los métodos de muelles y máscaras utilizados anteriormente.
  • En 1960 se sientan las bases de la RCP moderna. Aplicando el conjunto de conocimientos adquiridos e implementando, en hospitales, el uso de fármacos, también se inventa el maniquí para practicar la reanimación cardiopulmonar y se inicia la difusión de la RCP entre todos los médicos y a la población en general.
  • En 1963 comienza La Asociación Americana del Corazón (AHA) a publicar las Guías para reanimación cardiopulmonar (RCP).  

Actualmente …

Desde entonces y hasta día de hoy se han ido publicando diversos cambios en las distintas guías de reanimación distribuidas por las principales agencias de cardioprotección del mundo.

  • En 1992 se funda el Comité de Enlace Internacional sobre Reanimación (ILCOR) con el fin de brindar una oportunidad y ayudar a las  principales organizaciones de reanimación a que trabajen juntas en los protocolos de RCP. Esta organización está formada por organismos internacionales como la Asociación Americana del Corazón o el Consejo Europeo de Reanimación. La creación de este comité ha ayudado a la difusión de las maniobras SVB y RCP y los aparatos de desfibrilación semiautomáticos entre la población.

Reanimación Cardiopulmonar tras el Coronavirus

Durante el mes de marzo del 2020, el virus SARS-CoV-2 se fue extendiendo por todo el mundo, creando una urgencia sanitaria global declarada por la Organización Mundial de la Salud (OMS). Esta emergencia mundial ha afectado a todos los ámbitos de la medicina y a traído nuevas recomendaciones en el ámbito de la RCP.

Los servicios de emergencia de todos los países se han visto afectados y han implantado un nuevo paradigma en la RCP teniendo en cuenta las nuevas medidas que consisten principalmente en mantener el menor contacto posible entre la víctima y el rescatista.

Las organizaciones mundiales de reanimación recomiendan evitar el contacto boca a boca aplicando directamente las compresiones torácicas para minimizar el riego de contagio.

Pasos para realizar la Reanimación Cardio Pulmonar durante la pandemia

  1. Ante una situación de parada cardiaca, reconozca la parada cardíaca buscando la ausencia de signos de vida y la ausencia de respiración normal. No escuche ni sienta la respiración colocando la oreja y la mejilla cerca de la boca de la víctima. Si tiene alguna duda sobre la confirmación de la parada cardíaca, comenzar las compresiones torácicas por defecto hasta que llegue la ayuda.
  2. Asegúrese de que una ambulancia esté en camino. Si se sospecha de COVID 19, dígales cuando llame al 112.
  3. Si se percibe un riesgo de infección, los rescatistas deben colocar un paño /toalla sobre la boca y la nariz de las víctimas e iniciar RCP solo con compresiones torácicas.
    Si tiene acceso a un DEA en su comunidad de vecinos o instalación realice una desfibrilación temprana hasta que llegue la ambulancia (o equipo de atención avanzada). Recuerde, junte las manos en el medio del pecho y comprima con fuerza (5-6 cm de profundidad).
  4. El uso temprano de un desfibrilador aumenta significativamente las posibilidades de supervivencia de la persona y no aumenta el riesgo de infección.
  5. Si el rescatador tiene acceso a equipo de protección individual (EPI) (por ejemplo, mascarilla KN95/FFP2 o FFP3, guantes desechables, protección para los ojos), estos deben usarse.
  6. Después de realizar RCP con compresión solamente, todos los rescatistas deben lavarse bien las manos con agua y jabón. Gel hidroalcohólico es una alternativa conveniente y actualmente al alcance de todos.
  7. Por último, ponerse en contacto con las autoridades sanitarias locales para solicitar información sobre la vigilancia después de haber estado en contacto con una persona con sospecha o confirmación de COVID-19.

El Soporte Vital Básico (SVB) y la Reanimación Cardiopulmonar (RCP)

El Soporte vital básico es un conjunto de acciones o maniobras que permite identificar si una persona que ha sufrido un desmayo se encuentra en parada cardiorrespiratoria. El concepto de SVB es más amplio que el de RCP básica. Además de las maniobras de RCP, incluye:

  1. Conocer el sistema de activación del sistema de emergencias sanitarias o Cadena de supervivencia
  2. Conocer las actuaciones iniciales ante situaciones de emergencia sanitaria.
  3. La actuación rápida por medio de la apertura de la vía aérea.
  4. Los programas formativos para la difusión del SVB a toda la población.

Cuando a una persona sufre una parada cardiorrespiratoria, las posibilidades de supervivencia disminuyen un 10% por cada minuto que pasa. Por este motivo, es de vital importancia transmitir y conocer las maniobras de SVB Y RCP para poder aplicarlas en casos de emergencia mientras esperamos a los servicios sanitarios.

¿Cómo hacer una RCP de calidad?

Una RCP de calidad significa, principalmente, aplicar compresiones con la profundidad y la frecuencia correctas, asegurándose de no permanecer apoyado sobre el tórax de la víctima y manteniendo las interrupciones al mínimo. Si realiza una RCP de calidad mejora considerablemente las posibilidades de supervivencia tras una parada cardíaca.

Durante un ataque cardíaco súbito el ritmo cardíaco pasa de un latido regular a un ritmo irregular y veloz nombrado fibrilación ventricular. En estos casos lo más urgente es disponer de un desfibrilador para poder aplicarle la descarga eléctrica al corazón.

En las guías de 2015 y actuales 2021, la Asociación Americana del Corazón (AHA) y el Consejo Europeo de Reanimación (ERC), identifican los distintos componentes que fundamentan una RCP de calidad:

  1. Frecuencia de 100 a 120 compresiones / minuto.
  2. Profundidad de las compresiones de 5-6 cm
  3. Evitar permanecer apoyado sobre el tórax, permitiendo la descompresión completa tras cada compresión.
  4. Minimizar las pausas entre compresiones (fracción de compresión del tórax > 60 %).
  5. Evitar la ventilación excesiva (2 respiraciones/30 compresiones sin vía aérea avanzada; 10 respiraciones/minuto con vía aérea avanzada).

Para lograr realizar una RCP de calidad uno de los puntos importantes a tener en cuenta es el tipo de desfibrilador que se va a utilizar y que facilidades nos brinda a la hora de ejecutar las maniobras de emergencia.

Cada día son más las personas y empresas que se unen a la iniciativa de instalar un desfibrilador en sus inmediaciones. En proyecto Salvavidas hemos cardioprotegido más de 19.000 espacios por todo el mundo y queremos seguir brindando seguridad a todos los ciudadanos.

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