Reanimación cardiopulmonar RCP. Descubre qué es la RCP y cómo se aplica. Salva vidas con técnicas de primeros auxilios. Toda la info aquí.
Reanimación Cardiopulmonar (RCP): qué es, cómo se aplica y por qué salva vidas
La reanimación cardiopulmonar (RCP) es una maniobra esencial para salvar vidas en caso de parada cardíaca. Conocer su procedimiento y aplicarlo correctamente puede marcar la diferencia entre la vida y la muerte.
Cuando una persona sufre un paro cardíaco fuera del hospital, cada segundo cuenta. Saber realizar una RCP básica puede multiplicar las posibilidades de supervivencia mientras llegan los servicios de emergencia.
Tipos de RCP: básica y avanzada
Existen dos tipos principales de RCP, en función de quién la aplica y los recursos disponibles:
- RCP básica: Puede ser realizada por cualquier persona sin necesidad de equipamiento especial. Se centra en las compresiones torácicas y, si es posible, la ventilación boca a boca.
- RCP avanzada: Requiere de personal sanitario cualificado y el uso de equipamiento médico (desfibriladores manuales, vías aéreas avanzadas, fármacos, etc.).
Historia de la Reanimación Cardiopulmonar
Aunque la RCP moderna comenzó a consolidarse en el siglo XX, los primeros intentos de reanimación datan de siglos atrás:
- 1500: Se documenta el uso de un fuelle para simular la respiración.
- 1767: Se describen posiciones para “ventilar” al paciente, sacando aire viciado.
- 1858: Nace la técnica “Fitness”, basada en mover los brazos hacia el pecho.
- 1874: El Dr. Morris Shiff realiza el primer masaje cardíaco a corazón abierto.
- 1947: El Dr. Shaeffer Beck describe la desfibrilación directa con tórax abierto.
- 1950s: Se describen las primeras compresiones torácicas externas y la desfibrilación externa.
- 1958: El Dr. Peter Safar, considerado el padre de la RCP moderna, introduce la técnica del boca a boca.
- 1960: Se combinan las compresiones y ventilaciones. Nace la RCP moderna tal como la conocemos.
- 1963: La AHA comienza a publicar las primeras guías oficiales de RCP.
Desde entonces, las técnicas de reanimación han seguido evolucionando con respaldo científico y adaptándose a nuevas situaciones.
Evolución de las guías: nacimiento del ILCOR
En 1992 se fundó el Comité de Enlace Internacional sobre Reanimación (ILCOR), con el objetivo de unificar protocolos y fomentar la investigación sobre RCP. Está formado por organismos como la American Heart Association (AHA) y el Consejo Europeo de Resucitación (ERC).
Gracias al trabajo del ILCOR, las maniobras de soporte vital básico (SVB), el uso del DEA y la formación a la población se han difundido globalmente.
RCP durante la pandemia de COVID-19
La aparición del virus SARS-CoV-2 en 2020 obligó a modificar las recomendaciones de RCP. Para proteger al rescatador y a la víctima, se introdujeron protocolos de seguridad sanitaria:
- Evitar el boca a boca: Aplicar sólo compresiones torácicas si no se dispone de EPI.
- Cubrir boca y nariz de la víctima con un paño o toalla.
- Solicitar ayuda al 112 e informar si se sospecha de COVID-19.
- Si se dispone de un DEA, utilizarlo de inmediato.
- Tras la intervención, lavarse las manos cuidadosamente o usar gel hidroalcohólico.
- Contactar con las autoridades sanitarias si ha habido contacto estrecho.
Estas medidas reducen el riesgo de contagio sin comprometer la eficacia de la reanimación.
¿Qué es el Soporte Vital Básico (SVB)?
El SVB incluye un conjunto de acciones que permiten detectar una parada cardiorrespiratoria y actuar rápidamente. Es un concepto más amplio que la RCP, e incluye:
- Activar el sistema de emergencias sanitarias: Cadena de Supervivencia.
- Realizar actuaciones iniciales ante la emergencia.
- Abrir la vía aérea del paciente.
- Difundir la formación en SVB entre la población general.
Por cada minuto que pasa sin actuar ante una parada, las posibilidades de supervivencia disminuyen un 10%. Por eso, es vital conocer y aplicar correctamente las maniobras de SVB y RCP.
Cómo hacer una RCP de calidad
Una RCP de calidad es fundamental para aumentar la eficacia de la maniobra. Según las guías internacionales más recientes (ERC y AHA), se considera de calidad si:
- Se realiza una frecuencia de 100 a 120 compresiones por minuto.
- La profundidad de las compresiones es de 5 a 6 cm.
- Se permite la descompresión total del tórax tras cada compresión.
- Se minimizan las interrupciones durante la maniobra.
- Se evita la hiperventilación (2 respiraciones cada 30 compresiones o 10 respiraciones/minuto con vía aérea avanzada).
Además, contar con un desfibrilador externo automático (DEA) facilita la intervención y mejora el pronóstico del paciente.
La importancia de la desfibrilación precoz
En muchos casos, la parada cardíaca es causada por una fibrilación ventricular, un ritmo cardíaco desorganizado. La única forma de revertirlo es mediante una descarga eléctrica controlada con un DEA.
Tener acceso a un DEA en espacios públicos, empresas o comunidades de vecinos permite aplicar una desfibrilación temprana, aumentando notablemente las probabilidades de supervivencia.
La cardioprotección salva vidas
En Salvavidas Cardio hemos cardioprotegido más de 19.000 espacios mediante la instalación de desfibriladores y la formación en RCP y SVB. Creemos firmemente en el poder de la prevención, la educación y la tecnología para salvar vidas.
¿Quieres cardioproteger tu empresa o comunidad?
Solicita información sin compromiso y únete a las miles de organizaciones que ya cuentan con un servicio integral de cardioprotección profesional.
👉 Contacta con nosotros o escribe a salvavidas@salvavidas.com para más detalles.