Un DEA o Desfibrilador salva vidas. Pero, no todos los ritmos son desfibrilables. En este post, te vamos a contar todo lo que necesitas saber sobre los ritmos desfibrilables.

Cómo funciona nuestro sistema cardiovascular

Para comprender cómo funciona un desfibrilador, vamos a ver cómo funciona nuestro sistema cardiovascular y las funciones del mismo.

La función del sistema cardiovascular es transportar la sangre oxigenada de los pulmones a las células de todo el organismo, y la sangre con C02 desde éstas a los pulmones.

El corazón de un adulto en reposo bombea la sangre entre 60 y 100 veces por minuto (frecuencia cardiaca).

En reposo, el corazón bombea alrededor de 5 litros de sangre por minuto. Cada contracción del músculo cardíaco (latido cardiaco) es generado por un impulso eléctrico. Que surge de un marcapasos natural del corazón y es transmitido al resto del corazón por un sistema de conducción especializado).

El bombeo del corazón se controla por señales eléctricas continuas producidas por el “marcapasos natural” del corazón. El nódulo sinoauricular (SA), localizado en la parte superior de la aurícula derecha.

Las señales del nódulo (SA) pasan a través de la aurícula. Lo que causa que éstas se contraigan y bombeen sangre a los ventrículos.

Las señales entonces se desplazan de las aurículas hacia el nódulo auriculoventricular (AV) localizado en la mitad del corazón.

Éste sirve de conexión eléctrica para unir las aurículas y los ventrículos.

Cuando las señales llegan al nódulo AV empiezan a ir más despacio para permitir que la sangre tenga suficiente tiempo para entrar en los ventrículos.

Las señales entonces se dispersan en los ventrículos, lo que causa que éstos se contraigan y bombeen sangre desde el corazón hacia el resto del cuerpo.

El corazón entonces descansa hasta que la señal siguiente, proveniente del nódulo SA, vuelve a iniciar todo el ciclo. Estas señales mantienen el latido continuo de su corazón de forma rítmica de 60 a 80 latidos por minuto en estado de reposo.

Qué es una parada cardiaca

Por parada cardiorrespiratoria (PCR) se entiende toda situación clínica que comprende un cese inesperado, brusco y potencialmente reversible de las funciones respiratorias y/o cardiocirculatorias espontáneas. Dicho de otra manera, la parada cardiaca ocurre cuando el corazón comienza a fibrilar (fallar eléctricamente) o repentinamente deja de latir.

Los ritmos que pueden aparecer en una parada cardiaca se clasifican en tres grupos:

  • Fibrilación ventricular y algunos tipos de taquicardia ventricular
  • Asistolia
  • Actividad eléctrica sin pulso

El DESA es un dispositivo que interpreta la actividad eléctrica del corazón, funcionando como un electrocardiograma (ECG). Basándose en una serie de parámetros programados, determina si es necesario aplicar un choque eléctrico para recuperar las funciones del corazón. Si el desfibrilador recomienda la administración de electricidad, se reconoce como ritmo desfibrilable. El DESA indicará «descarga recomendada» y comenzará la carga de energía para que nosotros apliquemos el choque eléctrico según el desfibrilador.

Si el DEA detecta un ritmo no desfibrilable, indicará al usuario que inicie RCP y, dependiendo del modelo, le guiará en el proceso con un metrónomo.

Ritmos desfibrilables

El objetivo principal de la terapia eléctrica es realizar una función de reseteo para apagar completamente al corazón, permitiendo así, que las células del nodo sinoauricular del corazón (el “marcapasos natural”) se reinicien. Esto lo podemos comparar con reiniciar un ordenador o apagar y encender un televisor. Una vez administrada la electricidad podemos distinguir dos posibles resultados. El ritmo puede continuar de la misma forma o se puede modificar a otro ritmo cardiaco que indique una recuperación o que continúe en parada cardiaca.

Existen dos ritmos desfibrilables en la parada cardíaca: fibrilación ventricular (FV) y taquicardia ventricular sin pulso (TVSP). Estos tipos de ritmo, en medio extrahospitalario suelen ser los que más índice de supervivencia presentan.

Fibrilación ventricular (FV)

La fibrilación ventricular causa un temblor no coordinado de los ventrículos sin contracciones útiles. Este temblor no produce pulso. Esto podría compararse con una convulsión en el músculo cardiaco. Las causas más comunes de FV son por problemas en la actividad eléctrica que fluye a través del corazón o por daño al músculo que le impide recibir correctamente los impulsos.

La fibrilación ventricular conduce al desarrollo inmediato de síncope y muerte en pocos minutos. El tratamiento consiste en reanimación cardiopulmonar con desfibrilación inmediata.

La fibrilación ventricular (FV) es secundaria al desarrollo de múltiples ondas de actividad eléctrica en circuitos de reentrada, que se manifiestan en el ECG con ondulaciones basales ultrarrápidas de duración y forma irregulares.

La fibrilación ventricular es el ritmo de presentación entre el 70%-90% de los pacientes que experimentan paro cardíaco y, por ende, es el evento terminal de muchas enfermedades. En forma global, la mayoría de los pacientes con FV tienen una cardiopatía subyacente (en forma típica, miocardiopatía isquémica, pero también puede corresponder a una miocardiopatía hipertrófica o dilatada, una displasia arritmogénica ventricular derecha o un síndrome de Brugada). El riesgo de fibrilación ventricular asociado con cualquier enfermedad aumenta en presencia de trastornos electrolíticos, acidosis, hipoxemia o isquemia.

La fibrilación ventricular es mucho menos frecuente en lactantes y niñ@s, en los cuales la asistolia es la forma de presentación predominante del paro cardíaco.

Taquicardia ventricular sin pulso (TVSP)

En la TVSP, las células nerviosas de los ventrículos no reciben el impulso del “marcapasos natural” del corazón, el NA. Esto producirá un ritmo cardiaco muy rápido, por lo que el corazón no tendrá capacidad de llenarse de sangre y, por tanto, no podrá bombearla al organismo. Esto se denomina como ausencia de gasto cardiaco.

Este ritmo produce una parada cardiaca, ya que cesa la función del corazón. Las causas comunes de la TVSP son enfermedad de las arterias coronarias, fibrosis en el corazón (debido a un daño cardiaco anterior), abuso de estupefacientes y desequilibrio electrolítico.

Ritmos no desfibrilables

Los ritmos no desfibrilables, son aquellos en los que el sistema eléctrico puede estar funcionando correctamente o no funcionar con normalidad siendo ineficaz. En ambos casos, es la terapia eléctrica no va a restablecer la función eléctrica y, por lo tanto, un ritmo normal. Así, el DESA no aconseja aplicar un choque eléctrico en estos ritmos.

Nos podemos encontrar con dos tipos de ritmos no desfibrilables, la actividad eléctrica sin pulso (AESP) y la asistolia.

Actividad eléctrica

El concepto de actividad eléctrica sin pulso, también llamado disociación electromecánica, hace referencia a la presencia de una actividad eléctrica normal, o casi normal, sin un gasto cardiaco eficaz, que debe ser tratada como una parada cardiaca.

Se llega a este diagnóstico, cuando la parada cardiaca aparece con un ritmo ECG que normalmente se acompañaría de un gasto cardiaco adecuado.

Al saber que la actividad eléctrica del corazón funciona con normalidad, sabremos que el problema se encuentra en la sangre o en el músculo cardiaco.

Cuando no hay suficiente sangre para circular por el cuerpo se denomina como hipovolemia, pudiendo deberse por una hemorragia, deshidratación, etc. Para revertir esta situación, debemos detener la pérdida de sangre (presión directa, torniquetes para hemorragias externas) o reponer líquidos a través de vía oral o intravenosa.

Cuando el músculo cardiaco no responde a los impulsos eléctricos que recibe o que su movimiento está comprometido, incluyendo un taponamiento cardiaco o un neumotórax, el resucitador debe proporcionar un masaje cardiaco de alta calidad, o revertir la situación con técnicas de SVA si ya está atendido por los servicios de emergencias.

Asistolia

En la asistolia, no hay actividad auricular ni ventricular y, el ECG es una línea más o menos recta. Las pequeñas oscilaciones de ésta, que pueden confundirse con una FV fina, pueden ser causadas por cambios en la línea base interferencias eléctricas, movimientos respiratorios o la resucitación cardiopulmonar.

Existen numerosas causas de asistolia, aunque en la mayoría de casos se presenta a causa de períodos prolongados de FV o por una muerte tisular del músculo cardíaco por la falta de oxígeno por una hipoxemia de larga evolución. El tratamiento extrahospitalario para la asistolia consiste en realizar una RCP de calidad y, en caso de tratarse de profesionales sanitarios con materiales, realizar técnicas de SVA con el uso de medicamentos para tratar las afecciones reversibles.

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