Para saber cómo funciona un desfibrilador externo lo primero que debemos saber es: ¿Qué es un parada cardíaca por fibrilación ventricular?

Nuestro corazón es un músculo hueco. Al contraer este músculo, que también se le llama latido del corazón, la sangre se distribuye del corazón a la circulación. Posteriormente, las cámaras cardiacas vuelven a recibir sangre mediante la relajación muscular.

Para que este músculo se contraiga, recibe un impulso eléctrico desde arriba del corazón, un lugar llamado nodo sinusal.

Por lo general, el nodo sinusal le da a nuestro corazón un orden de latido promedio de 60 a 80 veces por minuto, por lo cual el músculo cardíaco se contrae de 60 a 80 veces, bombeando sangre a nuestra circulación.

Las mieles de células del músculo cardíaco puede generar impulsos eléctricos de forma coordinada en condiciones normales, esos impulsos eléctricos quedan registrados cuando hacemos un electrocardiograma.

Cuando ocurren ciertas enfermedades o daño en el corazón, se puede desencadenar en estas células un caos eléctrico. Por este motivo, se generan  impulsos eléctricos de forma desordenada, que llamamos fibrilación ventricularEstas enfermedades cardíacas pueden ser congénitas o daños debido a infartos, un fuerte impacto en el pecho…etc.

Fibrilación ventricular, parada cardíaca y desfibrilador

La fibrilación ventricular provoca que el músculo cardíaco no se contraiga de forma correcta.

No hay sangre en los vasos sanguíneos y, por lo tanto, no llega sangre al cerebro.

Después de unos segundos, el paciente queda completamente inconsciente y muere unos minutos más tarde, si no lo revive de inmediato.

Para terminar con este caos eléctrico, se necesita una oleada corta y fuerte que “silencie” casi todas las células.

Para hacer esto, se conecta los electrodos del desfibrilador al paciente y si el aparato lo indica, se procede a apretar un botón para dar la descarga eléctrica.

Como resultado, el nodo sinusal nuevamente tiene la oportunidad de transmitir los impulsos normales, restableciendo el orden eléctrico.

Historia de vidas salvadas por el uso de desfibriladores

Por ejemplo, una mujer de Madrid, de unos 50 años que estaba en un café y colapsó allí sufriendo un paro cardiaco, tras la llegada de los sanitarios que usaron un desfibrilador pudieron salvarle la vida.

El paciente fue dado de alta del hospital después de tres días, y luego de un año de lo ocurrido todavía se encuentra bien de salud.

Una persona mayor de 70 años se desplomó en un centro comercial en Madrid debido a un paro cardiorrespiratorio, el personal de seguridad y salud del centro comercial llevaron un desfibrilador que se encontraba cerca para revivir al paciente.

Primero se hizo una maniobra de RCP (Reanimación Cardio Pulmonar) hasta la llegada del desfibrilador, para luego utilizar el desfibrilador.  El señor fue trasladado a un centro asistencial con los signos vitales estables.

Cada vida salvada es muy importante por eso se recomienda tener sitios en todos lados que cuenten con desfibriladores externos. 

Un estudio indica que en los lugares donde haya habido dos personas con paros cardiacos al año debe tener por precaución un desfibrilador

Los sitios de asistencias masivas como centros comerciales, estadios, restaurantes, hoteles, escuelas, cines deben poseer no solo el desfibrilador sino también el personal capacitado para dar asistencias de primeros auxilios y el uso del desfibrilador. 

Al igual que un extintor de incendio los desfibriladores deben estar ubicados en sitios estratégicos y con una buena señalización para ser utilizados en caso de emergencias.   

Los DEA se encuentran a menudo en áreas industriales y públicas dando acceso  a la mayor cantidad de gente posible.

Existen muchas leyes con respecto a la ubicación de los desfibriladores en edificios públicos, pero tienden a variar de una comunidad a otra. Los desfibriladores son utilizados habitualmente por la policía, miembros de seguridad, bomberos y los socorristas, y han demostrado que pueden salvar vidas. Además, los DEA pueden usarse en niños mayores de ocho años que pesen al menos 25 kg.

Estudios han demostrado que un dispositivo probado en escuelas, oficinas y escenarios es igualmente efectivo en hogares privados.