¿Alguna vez has oído hablar de la posición de Trendelenburg? En este artículo te cuento en qué consiste la posición de Trendelenburg, en qué situaciones se puede utilizar y si realmente esta posición es efectiva.

Además, hablaré sobre la Posición Lateral de Seguridad y de su eficacia. Quédate hasta el final que te lo cuento todo.

¿En qué consiste la posición de Trendelenburg?

La posición de Trendelenburg es una posición en la que se sitúa el cuerpo de una persona en decúbito supino (boca arriba) y con una inclinación suficiente, de 10 a 45 grados. De esta forma, la cabeza queda por debajo del centro de gravedad, dejando así las piernas en una posición superior al resto del cuerpo.

También existe una variante, la posición Trendelenburg modificada o posición antishock, la cual se haría situando el cuerpo en decúbito supino, pero con los miembros inferiores elevados. Esta posición se utiliza cuando una persona sufre un mareo o perdida del conocimiento sin sufrir traumatismos graves.

Friedrich Trendelenburg (1844 – 1924) médico cirujano de Alemania creó esta posición con el fin de mejorar la exposición de los órganos pélvicos durante un proceso quirúrgico.

¿Puede utilizarse la posición de Trendelenburg ante cualquier emergencia y a cualquier paciente?

Durante la Primera Guerra Mundial, Walter Cannon, fisiólogo estadounidense, adoptó esta posición como maniobra para recuperar a una persona con un choque hipovolémico (el corazón no es capaz de bombear sangre a todo el cuerpo debido a la perdida grave de la misma).

La razón de esta maniobra es que podría ayudar al retorno venoso, por lo que mejoraría el gasto cardiaco y la perfusión de los órganos vitales.

Esta posición se ha extendido como recurso inmediato para aumentar el retorno venoso y aumentar el volumen intravascular en miembros superiores para mejorar la hipotensión arterial y el shock hipovolémico.

¡Pero ojo! Realmente no todo el mundo puede realizar esta maniobra y tampoco se le puede aplicar a todo el mundo.

Se ha demostrado que realmente esta maniobra es un mito extendido, ya que se ha visto que los estudios publicados sobre el uso de Trendelenburg tienen poca evidencia y son de calidad mediocre.

La evidencia actual confirma que la posición de Trendelenburg en un paciente traumático con shock, en pacientes obesos o pacientes con patología pulmonar, puede ser perjudicial, contribuyendo al deterioro de la función cardiaca y pulmonar del mismo.

Esto es así ya que se favorece la caída de los órganos abdominales sobre el diafragma, deteriorando la función ventilatoria.

Además, puede aumentar la presión intracraneal e intraocular, sobre todo en pacientes con traumatismo craneoencefálico (TCE).

A parte de estos riesgos, no debemos de olvidarnos del riesgo de aspiración, ya que, si presenta un vómito, se puede obstruir la vía aérea y producir una broncoaspiración.

Entonces… ¿en qué situaciones se puede aplicar la posición de Trendelenburg?

La posición de Trendelenburg está evidenciada en procesos quirúrgicos para la exposición de los órganos pélvicos, además de evitar una embolia gaseosa durante la inserción de catéteres centrales y la administración de medicación mediante infusión espinal.

No está demostrada su efectividad ante un shock o hipotensión, si no que incluso puede empeorar el estado de salud por daño secundario al sistema circulatorio y respiratorio.

La Posición Lateral de Seguridad

Para facilitar la recuperación de la persona y favorecer la ventilación, vamos a realizar la posición lateral de seguridad (PLS).

Esta posición es idónea cuando una persona se encuentra inconsciente, pero respira, ya que abriremos la vía aérea facilitando la respiración. Así evitaremos el riesgo de aspiración por sus secreciones o por poder presentar un vómito.

Pasos a seguir para realizar la PLS de forma correcta

  1. Sitúa a la persona en bloque. Muévete alrededor de la víctima para evitar tener un accidente.
  2. Arrodíllate al lado de la víctima y asegúrate de que sus dos piernas están estiradas. Retira las gafas de la víctima si es necesario.
  3. Coloca el brazo más cercano a ti en ángulo recto respecto al cuerpo, con el codo flexionado y la palma de la mano mirando hacia arriba.
  4. Trae el brazo más alejado de la víctima sobre el pecho, y sostén el dorso de la mano de ese brazo contra la mejilla más cercana a ti.
  5. Con tu otra mano, coge la pierna más alejada justo por el hueco posterior (hueco poplíteo) de la rodilla y tira de ella manteniendo el pie sobre el suelo.
  6. Sosteniendo la mano contra la mejilla, tira de la pierna más lejana para hacer rodar a la víctima hacia el lado donde tú te encuentras colocado. Asegúrate de que el codo del brazo más alejado toca con el otro brazo o con el suelo.
  7. Sin mover tu mano, ajusta la pierna superior de modo que tanto la cadera como la rodilla estén dobladas en ángulo recto.
  8. Inclina la cabeza del paciente hacia atrás para asegurarte de que la vía aérea se mantiene abierta.
  9. Ajusta la mano bajo la mejilla, si fuera necesario, para mantener la cabeza en extensión.

En los siguientes artículos sobre primeros auxilios y la cadena de supervivencia encontrarás más información relacionada, te invito a que le eches un vistazo.

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