A día de hoy, parece increíble que aún no exista una ley donde sea obligatorio la instalación de desfibriladores en comunidades de vecinos. En España al año son 30.000 personas las que sufren un paro cardíaco súbito, lo que equivale a una parada cardíaca cada 20 minutos.

Desgraciadamente en nuestro país, el 80% de las paradas cardíacas ocurren en el hogar, siendo el espacio privado más común donde sufrir un paro cardíaco repentino, y el 65% de las personas NO logran sobrevivir a la llegada de la ambulancia. ¿Existe alguna solución al respecto?

La cardio protección de comunidades de vecinos aumenta las posibilidades de supervivencia

Estos elevados porcentajes de mortalidad podrían reducirse con la instalación de un desfibrilador en la comunidad de vecinos. Tenemos instalados desfibriladores en sitios públicos de tránsito con una concentración elevada de personas como centro comerciales o estadios de fútbol, pero ¿por qué en las comunidades de vecinos no?

Es una realidad que en España, son pocos los espacios cardio protegidos como las comunidades de vecinos y complejos residenciales, al contrario que en el resto de Europa, donde es prácticamente obligatorio disponer de un desfibrilador.

Lo más lógico y recomendable es cardio proteger espacios donde la afluencia de gente sea elevada, y más si se tratan de viviendas donde la media de edad supera límites de edad de riesgo aumentando más las probabilidades de que alguien sufra un paro cardiaco. Una comunidad de vecinos con piscina o instalaciones deportivas como pistas de pádel, pistas de tenis o gimnasio, tienen un mayor riesgo de sufrir una parada cardíaca por ahogamiento o por esfuerzo físico.

No solo eso, en cada domicilio puede producirse un atragantamiento a la hora de ingerir alimentos, que puede derivar en una falta de oxígeno y acabar en una parada cardiorrespiratoria.

¿Por qué es tan importante el desfibrilador DEA en la comunidad de vecinos?

Los primeros minutos en situaciones de parada cardiorrespiratoria son vitales para evitar daños irreversibles. Para salvar la vida a alguien que sufra un paro cardíaco repentino es importante poder anticiparse y detectar que alguien está sufriendo una parada cardíaca. De igual importancia es saber realizar las maniobras RCP aplicando un correcto masaje cardíaco con buenas compresiones, y saber usar un desfibrilador externo con el que suministrar la descarga eléctrica con la que restablecer el ritmo cardíaco.

Por ello es tan importante tener cerca un desfibrilador externo, porque cada minuto cuenta, y desafortunadamente en estos primeros minutos en la que los servicios médicos de emergencia están desplazándose al lugar en cuestión, se enfrentan al desafío de proporcionar cuidado pasados los 8-10 minutos tras su llegada, por ello es necesario disponer de un desfibrilador y saber ejecutar correctamente una RCP antes de su llegada.

Desfibriladores DEA DESA para edificios comunitarios

En definitiva, el uso de un desfibrilador externo automático (DEA) podría ofrecer una oportunidad para mejorar la supervivencia de los pacientes durante el episodio de parada cardíaca súbita.

Cada vez se avanza más y existen desfibriladores automáticos o semiautomáticos que son muy fáciles de utilizar por personal no sanitario, facilitando así su uso. Además de su instalación, en Proyecto Salvavidas siempre lo acompañamos de la adecuada formación proporcionado por nuestro gran equipo de profesionales.

La mejor fórmula para cardio proteger una comunidad de vecinos es el renting de desfibriladores DEA, una modalidad que incluye el equipo desfibrilador, la instalación y señalética, con formación, mantenimiento y recambios incluidos en una cuota mensual.

Gracias al Proyecto Salvavidas instalar un desfibrilador en nuestra comunidad de vecinos, es más fácil de lo que puedes estar pensando. A día de hoy existen diversas fórmulas para poder cardio proteger espacios tanto públicos como privados.

El servicio de suscripción de desfibriladores es una de las opciones más asequibles y seguras para adquirir y garantizar el funcionamiento 100% del equipo. Por una cuota mensual asequible en este caso la comunidad de vecinos dispone del equipo desfibrilador portátil durante el periodo de tiempo establecido, con mantenimiento integral que incluye cambios de consumibles, revisiones periódicas, asistencia tras su uso, formación y registros necesarios.