Una pregunta muy habitual que surge en los cursos de reanimación cardiopulmonar (RCP) es la siguiente: ¿Puedo ocasionar algún daño a la víctima cuando realizo las compresiones?

Primero, decirte que no tengas miedo ante la posibilidad de romper alguna costilla o de hacerle daño. Tras la experiencia de nuestros profesionales en cuidados intensivos y unidad coronaria, que han tenido la posibilidad de hablar con supervivientes de parada cardiaca, ninguno les ha dicho nunca: «Ojalá no me hubieran reanimado porque me duele el pecho». Analgésico para el dolor y a seguir viviendo.

El objetivo de las compresiones es mantener circulando la sangre y sustituir la función del corazón parado. Por lo tanto, si no realizamos las compresiones torácicas no llegará sangre con oxígeno al cerebro y al resto de los órganos.

Tienes que saber que la víctima sufrirá daños cerebrales IRREVERSIBLES a partir de los 5 primeros minutos si no realizamos la RCP.

Es importante repasar un poco la anatomía torácica antes de continuar, para diferenciar las partes que, en este caso, más nos interesan: el hueso del esternón, los cartílagos costales y las costillas. Las costillas superiores están unidas al esternón por su parte delantera mediante unos cartílagos gruesos, elásticos y duros que son los cartílagos costales.

Los cartílagos costales son barras de cartílago hialino que sirven para prolongar las costillas hacia adelante y contribuir de manera significativa a la elasticidad de las paredes del tórax, permitiendo la expansión de los pulmones al respirar, sin ocasionar daños o ruptura de los huesos. Esto explica que podamos comprimir y descomprimir durante la reanimación cardiopulmonar.

Ahora sabes que la zona donde se realizan las compresiones afecta al centro del tórax (esternón) y en sus laterales, donde encontramos los cartílagos costales.

Pero, para contestar a vuestra pregunta de una manera profesional y arrojar un poco de luz a este tema acudo a la literatura médica:

En la literatura, un metaanálisis de 27 estudios demostró que la incidencia de lesión pericárdica después de realizar compresiones cardiacas externas fue del 8,5 %, la fractura del esternón fue del 8,5 % y las fracturas de costillas posteriores a la reanimación fueron del 26 % [1]. También documentan una serie de casos de laceraciones miocárdicas y rupturas de cámara e incidencia de lesiones del sistema de conducción. He incluido el número de pacientes que han recibido la reanimación cardiopulmonar sólo con las manos en ambos supuestos, descartando los datos de lesiones asociadas a dispositivos de compresión torácica.

El-Banayosy [2] informó de 113 pacientes sobre los que se han realizado 20 minutos o más minutos de compresiones externas, con una supervivencia del 70 % sin ninguna complicación atribuible a las compresiones externas.

Conclusiones: 

 La posibilidad de ocasionar algún daño tras las compresiones cardiacas existe, pero dependerá de la calidad de las compresiones cardiacas.

⁃ Si no realizamos compresiones tras una parada cardiaca, daños cerebrales IRREVERSIBLES ocurrirán a partir de 5 minutos.

El mensaje: ¡comprime, comprime y comprime! Hasta la llegada del desfibrilador semiautomático para seguir sus instrucciones o los servicios de emergencia médicas (SEM).

BIBILIOGRAFÍA:

1. Miller AC, Rosati SF, Suffredini AF, Schrump DS.A systematic review and pooled analysis of CPR-associated cardiovascular and thoracic injuries.Resuscitation. 2014 Jun;85(6):724-31. doi: 10.1016/j.resuscitation.2014.01.028. Epub 2014 Feb 10. Review. PMID: 24525116

2. el-Banayosy A, Brehm C, Kizner L, Hartmann D, Körtke H, Körner MM, Minami K, Reichelt W, Körfer R. Cardiopulmonary resuscitation after cardiac surgery: a two-year study.J Cardiothorac Vasc Anesth. 1998 Aug;12(4):390-2. PMID: 9713724