La parada cardiorrespiratoria se trata de una interrupción súbita e inesperada de la actividad eléctrica y/o contráctil del corazón, potencialmente reversible, que requiere de tratamiento precoz ya que conlleva a la muerte de la persona rápidamente.

La importancia de realizar una RCP de calidad

Por ello es fundamental el reconocimiento precoz de esta situación para empezar a realizar el soporte vital básico.

El soporte vital básico se trata de una serie de técnicas que tiene como finalidad sustituir la función cardiaca y la función pulmonar con medios básicos como son las manos y la boca.

Se trata de una serie de técnicas muy sencillas que pueden ser realizadas por cualquier tipo de persona, edad. Sobre todo que no requiere de unos conocimientos sanitarios específicos.

Con las manos se realizarán las compresiones torácicas y con la boca se realizarán las ventilaciones de rescate.

Maniobras de reanimación cardiopulmonar

Con estas sencillas maniobras, lo que se pretende conseguir es mantener de forma manual la función contráctil del corazón. De esta manera, se conseguirá que a nivel cerebral y coronario se mantenga la perfusión sanguínea.

Así se mantendrá a órganos oxigenados durante el mayor tiempo posible, para que cuando llegue el equipo de emergencias sanitarias puedan restablecer el ritmo cardíaco organizado. Disminuyendo la secuelas neurológicas y cardíacas y por tanto la calidad de vida y la tasa de supervivencia.

En artículos anteriores se ha mencionado ya la cadena de supervivencia, aunque procederemos a explicar de forma breve para entender el concepto de forma conjunta.

Eslabones de la cadena de supervivencia

  1. En primer lugar está el reconocimiento precoz de la situación. Con el fin de valorar algunas situaciones que puedan conllevar a una parada cardiorrespiratoria y actuar en la mayor celeridad posible.
  2. En segundo eslabón está la reanimación cardiopulmonar por los testigos de forma rápida. Por cada minuto sin hacer masaje cardiaco disminuye un 10% la posibilidad de supervivencia. El inicio precoz de estas compresiones puede duplicar o cuadriplicar esta tasa de supervivencia. En este eslabón el objetivo es sustituir la función cardiaca.
  3. La desfibrilación rápida está en tercer lugar con el fin de conseguir que el corazón entre en ritmo organizado. Por tanto recuperar la circulación de la persona afectada. Puede tener tasas de supervivencias tan altas como del 50-70%. Aquí se pretende restablecer la función cardíaca mediante un tratamiento eléctrico.
  4. Por último está el soporte vital avanzado por el equipo de emergencias médicas y traslado a un centro sanitario útil que permite la óptima recuperación y tratamiento de la persona que sufre una parada cardiorrespiratoria. En este eslabón se pretende restablecer la función cardíaca mediante tratamiento eléctrico y farmacológico.

Importancia de la Cadena de Supervivencia

Ciñéndonos a la cadena de supervivencia es fundamental que cuanto mayor sea el número de personas que gozan de estos conocimientos en soporte vital básico, mejor podremos solventar este tipo de situaciones. Con mayores garantías para la persona que sufre una parada cardiorrespiratoria.

Desde que activamos la cadena de supervivencia alertando de la situación que está ocurriendo. Hasta que llega la asistencia médica, puede haber un lapso de unos 6-11 minutos en función de la ciudad en la que nos encontremos.

Estos minutos pueden aumentar si estamos en entornos rurales. Por eso, es fundamental que los testigos que presencian una parada cardiorrespiratoria tengan los conocimientos y una buena técnica a la hora de hacer las compresiones. Con el fin de mantener ese corazón con “vida” hasta la llegada de la ayuda definitiva.

Se recomienda que una persona adulta, nada más detectar que está en situación de parada cardiorrespiratoria, pida ayuda y sin perder tiempo comience a hacer masaje cardíaco.

Las compresiones torácicas y las probabilidades de supervivencia

La explicación a esto es por lo siguiente, justo en ese momento, la sangre del organismo que se para sigue estando oxigenada y aguanta varios minutos así. De ahí la importancia de una masaje de calidad, para que ese oxígeno pueda seguir llegando a corazón y cerebro y puedan mantener sus funciones sin que haya un daño en sus estructuras.

La técnica correcta para realizar las compresiones, según la Guía del Consejo Europeo de Resucitación, nos indica que la persona tiene que estar sobre una superficie rígida y boca arriba.

La persona que realiza las compresiones debe colocarse en el lado de la víctima. Deberá descubrir el pecho con el fin de localizar el punto de aplicación del masaje cardíaco.

El masaje cardiaco se va a realizar en el centro del pecho del paciente, en el tercio inferior del esternón. Entrelazando las manos y con los brazos rectos y en 90 grados respecto al tórax del paciente.

¿Cómo se realizan las compresiones torácicas correctamente?

Para realizar las maniobras de RCP dejaremos caer el peso del cuerpo sobre el pecho del paciente, hundiéndolo entre 5-6 cm a una frecuencia de 100-120 compresiones por minuto.

Después de cada compresión es importante que haya una buena descompresión. De forma que el corazón pueda llenarse totalmente de sangre. Se debe evitar disminuir las pausas entre compresión y compresión no más de 10 segundos.

Vamos a seguir una secuencia de 30 compresiones seguidas de dos ventilaciones de rescate.

Continuaremos esta técnica hasta que el paciente obtenga signos de vida, llegue el equipo de emergencias médicas o hasta que estemos exhaustos.