¿Puedo ocasionar daños en las costillas si realizo la RCP
Una de las preguntas más comunes que recibimos durante los cursos de reanimación cardiopulmonar (RCP) es: “¿Puedo hacerle daño a la víctima al realizar las compresiones torácicas?”
La respuesta rápida es sí, puede haber lesiones… pero eso no debe frenarte jamás. Porque lo importante es que la RCP salva vidas. De hecho, los profesionales de cuidados intensivos que han hablado con personas supervivientes de una parada cardíaca coinciden en algo: ninguno de ellos se ha quejado de las fracturas, solo agradecen estar vivos. Como decimos siempre, analgésico para el dolor… y a seguir viviendo.
¿Por qué son tan importantes las compresiones torácicas?
Ante una parada cardiorrespiratoria, el corazón deja de bombear sangre. Esto interrumpe el flujo de oxígeno hacia órganos vitales como el cerebro. Por eso, el objetivo principal de las compresiones es sustituir de forma temporal la función del corazón y mantener la circulación sanguínea mientras llega el desfibrilador o los servicios de emergencia.
El reloj empieza a contar desde el segundo cero
Cada minuto que pasa sin intervención reduce un 10% las posibilidades de supervivencia. A partir del minuto cinco, el daño cerebral comienza a ser irreversible. Así que la única forma de ganar tiempo es con una RCP bien hecha.
Anatomía básica del tórax: ¿qué partes se ven afectadas?
Para entender bien qué sucede al realizar compresiones torácicas, conviene repasar brevemente la anatomía de la zona. El centro del tórax está formado por el esternón y, en sus laterales, por los cartílagos costales, que conectan las costillas con el esternón.
Estos cartílagos tienen una estructura elástica y resistente, lo que permite que, en una maniobra de RCP, se comprima y descomprima el tórax sin romper huesos en condiciones normales. Por tanto, aunque puedan surgir lesiones leves, están dentro de lo esperable y no suelen poner en peligro la vida de la víctima.
¿Hay riesgo real de fracturas?
Según un metaanálisis de 27 estudios publicado en la revista Resuscitation [1], las lesiones más comunes tras realizar compresiones torácicas incluyen:
- Lesión pericárdica en el 8,5% de los casos
- Fractura del esternón en el 8,5%
- Fractura de costillas en un 26%
Aunque puedan parecer cifras elevadas, estos daños son asumibles cuando el beneficio es salvar una vida. Es más: en otro estudio con 113 pacientes que recibieron compresiones externas durante más de 20 minutos, se observó una supervivencia del 70% sin complicaciones atribuibles a las compresiones [2].
En resumen:
- Sí, hay posibilidad de causar lesiones.
- No, eso no debe detenerte nunca.
- La prioridad es mantener con vida a la víctima hasta que llegue la ayuda profesional.
¿Qué es lo peor que puede pasar si NO haces la RCP?
Lo peor que puede suceder es que la víctima fallezca. O que, si sobrevive, sufra daños cerebrales severos por la falta de oxígeno. De ahí la importancia de actuar rápido y sin miedo. Una costilla rota se cura. El daño cerebral, no.
¿Cómo realizar correctamente las compresiones torácicas?
La técnica adecuada puede marcar la diferencia. Estos son los puntos clave para una RCP eficaz:
- Ubicación: Coloca tus manos en el centro del pecho, sobre el esternón.
- Postura: Cruza las manos, mantén los brazos rectos y aprovecha tu peso corporal.
- Frecuencia: Entre 100 y 120 compresiones por minuto.
- Profundidad: Aproximadamente 5 cm en adultos.
- Ventilaciones: Si estás entrenado, cada 30 compresiones, haz 2 insuflaciones. Si no, solo compresiones.
Si tienes acceso a un balón resucitador conectado a oxígeno, mejor aún. Este dispositivo es obligatorio en clínicas dentales, por ejemplo, y mejora la calidad de las ventilaciones.
¿Y si tienes un desfibrilador DEA cerca?
¡Mucho mejor! El desfibrilador externo semiautomático es el único equipo que puede revertir una fibrilación ventricular, que es la arritmia más común en las paradas cardíacas. El DEA analiza el ritmo cardíaco y, si es necesario, aplica una descarga eléctrica para reiniciar el corazón.
Y no te preocupes: el DEA te guía paso a paso con instrucciones de voz. Es seguro, intuitivo y eficaz. Y su uso no requiere conocimientos médicos previos.
¿Qué dicen las guías internacionales sobre este tema?
El ILCOR (Consejo Internacional de Resucitación) y el European Resuscitation Council establecen recomendaciones muy claras: hay que actuar rápidamente, sin miedo a las lesiones.
Incluso los manuales de primeros auxilios señalan que las costillas pueden fracturarse, pero eso no debe considerarse un error, sino un riesgo necesario ante una parada cardíaca.
¿Por qué insistimos tanto en comprimir?
Porque es lo que mantiene a la víctima con posibilidades de supervivencia. Es lo único que podemos hacer mientras esperamos la llegada del 112 o de un desfibrilador externo.
No tengas miedo. Comprime. Salva una vida.
Conclusiones: lo importante es actuar
Como hemos visto a lo largo del artículo, sí, puede haber lesiones al realizar una RCP, pero en ningún caso son más graves que los efectos de no hacer nada. Al contrario, son el precio razonable por salvar una vida.
En Salvavidas Cardio llevamos más de 15 años formando a miles de personas en toda España. Nuestros cursos de soporte vital básico y uso del desfibrilador DEA son prácticos, dinámicos y muy eficaces. Además, ofrecemos servicio integral de cardioprotección para empresas, colegios, centros deportivos, instituciones públicas y espacios concurridos.
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Bibliografía
- Miller AC, Rosati SF, Suffredini AF, Schrump DS. A systematic review and pooled analysis of CPR-associated cardiovascular and thoracic injuries. Resuscitation. 2014 Jun;85(6):724-31.
- el-Banayosy A et al. Cardiopulmonary resuscitation after cardiac surgery: a two-year study. J Cardiothorac Vasc Anesth. 1998 Aug;12(4):390-2.
Y tú? ¿Ya sabes cómo salvar una vida con tus manos? Porque la muerte súbita no avisa, pero una buena RCP sí puede marcar la diferencia.