La contaminación atmosférica excesiva es un factor de riesgo cardiovascular que puede hacer aumentar drásticamente la probabilidad de sufrir una parada cardiorrespiratoria.
La Organización Mundial de la Salud ha descubierto que las toxinas emitidas por los escapes de los vehículos y las emisiones industriales pueden asentarse en las ciudades y afectar la salud de las personas.
La contaminación entra en nuestro organismo por nuestra respiración, lo que hace que vaya directamente a los pulmones y a la sangre. Aquí se produce una serie de reacciones perjudiciales que dañan nuestras células.
Uno de los principales factores que influyen en la calidad de vida de una ciudad es la calidad del aire. Se ha demostrado que la exposición a contaminantes en el aire puede provocar que se agraven las enfermedades cardiopulmonares hasta el punto de poder sufrir una parada debido a la contaminación.
La contaminación atmosférica provocada por los coches, las fábricas, la quema de madera y otras actividades producen polución en el ambiente. Esta polución está compuesta por sustancias químicas, polvo, hollín y metales que entran en nuestro organismo. Este tipo de contaminación atmosférica está considerada hoy día como responsable de muchas enfermedades respiratorias y cardiovasculares en las ciudades.
El NO2 es un contaminante que se ha relacionado con problemas respiratorios y puede ser letal para las personas con afecciones cardíacas o pulmonares. El mayor problema con el NO2 es que permanece en el medio ambiente y no puede ser absorbido por plantas ni árboles, sino que se acumula y permanece cerca del suelo. Esto significa que se estanca en el entorno urbano e incluso en los espacios exteriores.
Las ciudades son los lugares más contaminados del mundo, por eso es importante hacer todo lo posible para mitigar el impacto que esta contaminación puede provocar en nuestra salud.
La OMS endurece los límites sobre la calidad del aire
Según la Organización Mundial de la Salud, más del 90% de la población mundial respira aire que supera los límites establecidos por la organización.
La OMS actualizó en septiembre los límites de la calidad atmosférica que son seguros para respirar. Con el nuevo umbral ciudades como Madrid, Barcelona y Granada cuadruplicarían los niveles considerados como seguros. Como resultado, se está ejerciendo presión sobre los países para que tomen medidas para llegar a los nuevos límites.
El director general de la OMS, el doctor Tedros Adhanom Ghebreysus declaró: “Las nuevas directrices de la OMS sobre la calidad del aire son un instrumento práctico y basado en la evidencia para mejorar la calidad del aire, de la que depende toda la vida. Insto a los países y a todos los que luchan por proteger nuestro medio ambiente a que las pongan en práctica para reducir el sufrimiento y salvar vidas”
Algunas ciudades como Barcelona ya se están encargando de intentar cumplir con estos nuevos límites mejorando movilidad y destinando grandes presupuestos para “descarbonizar la ciudad”.
Los niños y ancianos son el grupo de riesgo más sensible
Algunos grupos de población como los niños y las personas mayores son personas más sensibles a la contaminación del aire y por lo tanto sufren de un mayor riesgo cardiovascular. También las personas que sufren enfermedades como hipertensión, cardiopatías, diabetes, colesterol, o estrés tienen un mayor nivel de riesgo frente a la polución del aire.
La contaminación es uno de los problemas ambientales más importantes porque afecta a los grupos más vulnerables de la población. Los más vulnerables son los niños porque sus mecanismos de defensa no son tan resistentes a la contaminación. Las partículas contaminantes ingresan fácilmente a sus vías respiratorias y están más expuestas a los humos de los automóviles contaminantes. Las personas mayores también corren un gran riesgo porque están más expuestas, lo que significa que los contaminantes ingresan a sus cuerpos y afectan sus sistemas respiratorios y cardiovasculares.
La recomendación principal a los grupos de riesgo para evitar lo máximo posible las zonas con mayor polución y estando alerta a los primeros indicios.
Desfibriladores DEA y formación en RCP para estar preparados
Los estudios muestran que hay más paros cardiorrespiratorios en ciudades con contaminación atmosférica. Colocar desfibriladores DEA en escuelas, espacios públicos y otros edificios municipales es una de las soluciones para mitigar este problema.
La contaminación del aire es un problema que afecta a muchos aspectos de nuestro planeta, pero es particularmente perjudicial para nuestra salud cardiovascular. Esta contaminación no es solo un problema para las personas; pone en peligro a los animales y también a nuestro ecosistema. Es importante que todos seamos conscientes y practiquemos medidas preventivas para cuidar nuestro aire.
Lee aquí la publicación completa de la OMS.