El mantenimiento de desfibriladores garantiza su eficacia en emergencias. Evita fallos, cumple la normativa y protege tu espacio cardioprotegido. ¡Te lo contamos todo!

Contar con un desfibrilador puede marcar la diferencia entre la vida y la muerte en una situación de parada cardiaca.

Sin embargo, tener uno no es suficiente: garantizar su correcto funcionamiento a través de un adecuado mantenimiento de desfibriladores es esencial para que este dispositivo pueda cumplir su función en el momento más crítico.

En este artículo te explicamos por qué es crucial este mantenimiento, qué aspectos debes tener en cuenta, y cómo la normativa de desfibriladores regula estos procedimientos.

¿Por qué es importante el mantenimiento de desfibriladores?

Un desfibrilador externo automático (DEA) o semiautomático (DESA) es un equipo médico diseñado para analizar el ritmo cardiaco y, si es necesario, administrar una descarga eléctrica para restablecerlo. Estos dispositivos son cada vez más comunes en lugares públicos y privados que han decidido convertirse en un espacio cardioprotegido, un entorno preparado para actuar de inmediato ante una emergencia cardiaca.

No obstante, estos dispositivos no están exentos de fallos si no se realiza un mantenimiento adecuado. El mantenimiento de desfibriladores garantiza que las baterías estén cargadas, que los electrodos no estén caducados y que el equipo pueda llevar a cabo su autodiagnóstico correctamente.

Según datos de la Fundación Española del Corazón, cada minuto que pasa sin actuar ante una parada cardiorrespiratoria, se reduce en un 10% las probabilidades de supervivencia. Un desfibrilador en mal estado puede, lamentablemente, costar vidas.

Lo que debes saber sobre la normativa de desfibriladores

En España, la normativa de desfibriladores varía según la comunidad autónoma, pero existe un marco común establecido por el Real Decreto 365/2009, que regula el uso de desfibriladores externos por personal no sanitario.

Uno de los aspectos que se repite en estas normativas autonómicas es la obligación de garantizar el buen estado de los desfibriladores mediante controles regulares. El incumplimiento puede acarrear sanciones administrativas, pero más allá de lo legal, supone un riesgo evidente para la cardioprotección del espacio.

¿Qué incluye el mantenimiento de desfibriladores?

El mantenimiento puede variar según el modelo del dispositivo, pero en general incluye:

  • Revisión de baterías y electrodos. Comprobar su fecha de caducidad y nivel de carga. Suelen tener una vida útil de entre 2 y 5 años.
  • Chequeo de autodiagnóstico. La mayoría de los DEAs realizan autocomprobaciones periódicas. Es importante verificar que estos test se completan con éxito.
  • Limpieza exterior y verificación del maletín. Asegurarse de que el equipo está en condiciones higiénicas, visibles y accesibles.
  • Reposición del material de uso único. Como mascarillas, guantes, cuchillas de rasurar o tijeras.
  • Revisión del software. Solo en casos muy concretos y modelos puntuales.

Para garantizar todos estos aspectos, muchas organizaciones optan por contratar empresas especializadas, como es el caso de Salvavidas Cardio.

Alquiler de desfibriladores como alternativa completa y segura

El alquiler de desfibriladores se ha convertido en una opción cada vez más extendida, especialmente en empresas, instalaciones deportivas, cadenas hoteleras o comunidades de vecinos que desean convertirse en un espacio cardioprotegido sin asumir todos los costes iniciales.

El alquiler no solo solo incluye el dispositivo, sino también el mantenimiento periódico, la actualización del equipo, la gestión de la normativa vigente y, en muchos casos, la formación en SVB y uso del DEA para el personal del centro, donde se incluye la capacitación en RCP (reanimación cardiopulmonar).

De esta forma, se garantiza no solo el acceso al equipo, sino su correcta utilización y disponibilidad en caso de emergencia.

Cardioprotección y formación es un binomio inseparable

Disponer de un desfibrilador y garantizar su mantenimiento es solo una parte del proceso de cardioprotección. La otra, igual de importante, es la capacitación de las personas que pueden tener que usarlo. En este sentido, la realización de la formación en SVB y uso del DEA es clave para garantizar una respuesta rápida y eficaz ante una parada cardiaca.

Según la ERC (European Resuscitation Council), una intervención rápida con maniobras de reanimación cardiopulmonar (RCP) y desfibrilación precoz puede aumentar hasta un 70% la supervivencia en estos casos.

Por eso, muchas comunidades autónomas exigen que, además de tener el dispositivo, haya personas formadas en RCP en el lugar donde se ubica el desfibrilador.

Una buena formación en SVB y uso del DEA incluye formación teórica y práctica sobre:

  • Identificación de una parada cardiorrespiratoria
  • Activación del sistema de emergencias
  • Maniobras de RCP básicas
  • Uso del desfibrilador externo semiautomático

¿Con qué frecuencia se debe hacer el mantenimiento?

La periodicidad recomendada para el mantenimiento de desfibriladores varía en función del modelo del equipo y de lo que establezca la normativa autonómica.

Sin embargo, se recomienda como mínimo una revisión presencial anual por parte de la empresa proveedora y una revisión mensual visual por parte de la empresa cardioprotegida, para comprobar el estado del equipo y su accesibilidad.

Además, después de cada uso, el desfibrilador debe ser revisado y sus consumibles (electrodos, mascarillas, etc.) reemplazados de inmediato.

¿Quién puede encargarse del mantenimiento?

El mantenimiento debe ser realizado por empresas homologadas. Existen compañías especializadas en el alquiler de desfibriladores que incluyen este servicio en su cuota mensual, así como en la gestión documental para cumplir con la normativa de desfibriladores vigente en cada comunidad. También es posible adquirir planes de mantenimiento si ya se dispone del equipo en propiedad.

En ambos casos, es fundamental contar con un contrato que garantice la trazabilidad y el cumplimiento de las revisiones, como exigen algunas normativas autonómicas. En Salvavidas Cardio ofrecemos ambas posibilidades, adaptándonos a las necesidades de cada cliente.

¿Desfibriladores sin mantenimiento es un riesgo?

Convertir un entorno es un espacio cardioprotegido es una decisión responsable que puede salvar vidas.

Sin embargo, de poco sirve tener un desfibrilador si no se garantiza su funcionamiento a través de un buen mantenimiento.

Cumplir con la normativa de desfibriladores, contratar una empresa especializada, optar por el alquiler de desfibriladores y formar al personal mediante cursos de RCP, son pasos fundamentales hacia una verdadera cultura de cardioprotección.

Porque en una emergencia, cada segundo cuenta. Y cada detalle, también.

Para más información sobre mantenimiento o cardioprotección, escribe a marketing@salvavidas.com. Estaremos encantados de poder ayudarte.

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