Los áridos protegen su corazón. Descubre cómo las canteras gallegas instalarán 40 desfibriladores y formación en RCP.

El sector de los áridos en Galicia se cardioprotege con la instalación de desfibriladores y formación en RCP

Con esta acción se protegerán más de 1.500 trabajadores, y se estima formar a más de 150 personas en el uso de desfibriladores externos automáticos (DEA).

Durante los meses de octubre y noviembre de 2019, la Asociación Galega de Áridos (Arigal), que representa más del 90% de las canteras y la producción de grava árida en Galicia, ha impulsado un ambicioso proyecto de cardioprotección junto a la empresa Salvavidas Cardio. El objetivo es claro: convertir en espacios cardioprotegidos el mayor número posible de centros de trabajo extractivos en el sector, dotándolos de desfibriladores de última generación y capacitando a su personal en Soporte Vital Básico (SVB) y el manejo del DEA.

Desfibriladores en canteras: una necesidad vital

Aunque las canteras y graveras no son espacios públicos de alta afluencia, miles de trabajadores acceden diariamente a estos centros. Además, el entorno industrial, la maquinaria pesada y el aislamiento geográfico aumentan el riesgo en caso de emergencia médica. Por eso, disponer de desfibriladores semiautomáticos en estos lugares puede suponer la diferencia entre la vida y la muerte.

En concreto, el plan contempla la instalación de 40 puntos de rescate cardiaco en diversos centros de extracción de áridos. Cada punto contará con un desfibrilador, material de primeros auxilios y personal formado específicamente para atender una parada cardiorrespiratoria.

Formación para salvar vidas

Uno de los pilares de este proyecto es la capacitación. Más de 150 trabajadores serán formados en técnicas de reanimación cardiopulmonar (RCP) y uso del desfibrilador, garantizando una rápida actuación ante cualquier emergencia. La formación es impartida por instructores certificados de Salvavidas Cardio, con experiencia en urgencias, medicina del trabajo y emergencias extrahospitalarias.

Contar con personal capacitado en SVB es clave para aumentar la tasa de supervivencia en casos de parada cardíaca, ya que cada minuto que pasa sin iniciar la RCP y aplicar una descarga reduce en un 10% las posibilidades de sobrevivir.

Un sector con alto riesgo cardiovascular

Según datos recientes del sector minero gallego, el 15% de los más de 3.000 trabajadores del sector de los áridos supera los 55 años. Este dato, unido al sedentarismo, el estrés laboral y hábitos de riesgo como el tabaco o el alcohol, incrementa notablemente la probabilidad de sufrir un evento cardiovascular.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha señalado que las enfermedades cardiovasculares siguen siendo la primera causa de muerte en el mundo. En España, se producen más de 30.000 paradas cardíacas al año, con una tasa de supervivencia inferior al 5%. Además, el 80% de estos episodios suceden fuera del entorno hospitalario, lo que refuerza la importancia de contar con desfibriladores en todos los espacios posibles, incluidos los centros de trabajo.

Proyecto con visión integradora y sectorial

La iniciativa de Arigal, en colaboración con Salvavidas Cardio, busca ir más allá de una simple instalación de equipos. El proyecto pretende generar una cultura de cardioprotección en todo el sector, trasladando la experiencia de las grandes empresas —que ya aplican normativas como OHSAS o ISO 45001— al conjunto del tejido empresarial gallego, conformado mayoritariamente por pequeñas y medianas empresas (pymes).

Estas pymes, por limitaciones de recursos o desconocimiento, no siempre acceden fácilmente a proyectos de salud laboral de este nivel. Por ello, Arigal está replicando el modelo de éxito aplicado en campañas anteriores, como la que fomentó políticas de «cero accidentes». Ahora, el foco se amplía a la salud cardiovascular, con un formato colaborativo que permite extender los beneficios a todo el ecosistema industrial.

Cantidad y calidad: equipos de última generación

Los desfibriladores instalados por Salvavidas Cardio en los centros del sector de áridos son dispositivos de última tecnología, diseñados para ofrecer instrucciones claras, visuales y sonoras en cada paso del proceso de reanimación. Algunos modelos incluso incluyen asistencia en RCP con feedback en tiempo real, lo que permite que cualquier persona, aunque no tenga formación sanitaria previa, pueda actuar con seguridad.

Además, estos dispositivos están ubicados en puntos estratégicos para garantizar que puedan usarse en un tiempo máximo de 5 minutos desde la detección de la emergencia. Esta distribución estratégica es clave para incrementar las probabilidades de supervivencia.

Mantenimiento, formación continua y seguimiento

Un desfibrilador es tan eficaz como lo sea su mantenimiento. Por esta razón, Salvavidas Cardio también ofrece un servicio completo de mantenimiento preventivo, que incluye:

  • Revisión periódica del estado del dispositivo

  • Sustitución de parches y baterías

  • Verificación de la conectividad y el estado de la vitrina

  • Informe técnico y trazabilidad completa

Asimismo, el proyecto contempla la formación continua del personal. Una vez completadas las sesiones iniciales, se programan renovaciones periódicas para mantener los conocimientos actualizados y reforzar la capacidad de actuación en los trabajadores.

Concienciación, cultura preventiva y compromiso social

La iniciativa liderada por Arigal y Salvavidas Cardio no solo tiene un impacto directo en la seguridad de los trabajadores, sino que también genera un efecto multiplicador en la conciencia social del sector y de la comunidad.

“Este proyecto busca no solo cumplir con una exigencia técnica o legal, sino establecer una cultura real de protección de la vida”, explica Marco Antonio. “Cada espacio cardioprotegido es una oportunidad de salvar una vida y de demostrar el compromiso de las empresas con la salud de sus trabajadores”.

¿Qué sigue?

La hoja de ruta del proyecto contempla la ampliación del número de centros cardioprotegidos en los próximos meses. Se prevé que otras asociaciones industriales se sumen a la iniciativa y que el modelo se replique en otros sectores clave de la economía gallega.

El reto es claro: avanzar hacia un entorno laboral más seguro, más saludable y mejor preparado para actuar ante situaciones críticas. La instalación de desfibriladores es solo el primer paso. La formación, el mantenimiento y la concienciación deben formar parte del día a día de las empresas comprometidas con la prevención.

La acción desarrollada por Arigal y Salvavidas Cardio representa un hito en la cardioprotección del entorno laboral gallego. Con la instalación de desfibriladores en el sector de los áridos y la formación de más de 150 trabajadores, se da un paso adelante en la protección de la vida, en un entorno donde cada minuto cuenta.

Un desfibrilador puede parecer solo un aparato más hasta que se necesita. Y cuando se necesita, puede marcar la diferencia definitiva. Apostar por la cardioprotección es, en definitiva, apostar por las personas.

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