¿Es obligatorio tener un mantenimiento del DEA? Los desfibriladores han revolucionado la forma en la que se responde ante situaciones de paro cariaco fuera del ámbito hospitalario. Por esta razón, es super importante que estos dispositivos estén accesibles y en condiciones óptimas de funcionamiento.
La creciente disponibilidad, junto con una mayor conciencia pública, ha llevado a que los desfibriladores sean cada vez más comunes en sitios de gran afluencia, empresas e instituciones.
Según datos de la Fundación Española del Corazón (FEC), cada año se producen alrededor de 30.000 muertes por paro cardiaco súbito en España, y se estima que el uso del desfibrilador durante los primeros 5 minutos tras un colapso cardiaco, puede aumentar las probabilidades de supervivencia hasta un 70%.
¿Qué es un desfibrilador?
Un desfibrilador es un dispositivo médico que administra una descarga eléctrica controlada al corazón para restablecer su ritmo normal cuando este se encuentra en un estado irregular o caótico, conocido como fibrilación ventricular, o en parada cardiaca.
A través de la desfibrilación, se “reinicia” la actividad eléctrica del corazón, permitiendo que las células cardiacas recuperen ritmo sincronizado y efectivo para bombear sangre al cuerpo.
Tipos de desfibriladores y sus usos
- Desfibrilador Externo Automático (DEA). Son unos de los modelos de desfibrilador más comunes a nivel mundial, junto con los DESA. Los DEA están diseñados para ser utilizados por personas sin formación médica. Detectan automáticamente el ritmo cardiaco de la persona y administran una descarga si es necesario, guiando al usuario paso a paso.
- Desfibrilador Externo Semiautomático (DESA). Muy parecido al DEA, pero requiere que el usuario pulse un botón para administrar la descarga después de que el dispositivo realice el análisis.
- Desfibrilador Manual. Estos son empleados únicamente por profesionales sanitarios y médicos. Estos permiten un control total sobre la intensidad de la descarga. Se utilizan principalmente en hospitales y en ambulancias.
- Desfibrilador Implantable (DAI). Es un dispositivo implantado quirúrgicamente en personas con un alto riesgo de arritmias mortales. Controla constantemente el ritmo cardiaco y administra descargas cuando detecta una arritmia peligrosa.
¿Cuál es el objetivo de los desfibriladores?
El paro cardiaco súbito es una de las principales causas de muerte a nivel mundial y afecta a personas de todas las edades y condiciones físicas.
Los desfibriladores están destinados a reducir el tiempo de respuesta ante una parada cardiaca, que es fundamental para mejorar la tasa de supervivencia.
Un factor crítico es que el tiempo de intervención se mantenga por debajo de los 5 minutos. Según la FEC, cada minuto que pasa sin atención reduce las probabilidades de supervivencia en un 10%.
Los desfibriladores no solo permiten restablecer un ritmo cardiaco normal, sino que también reducen las secuelas neurológicas y la probabilidad de daños irreversibles, ya que permiten mantener el flujo de oxígeno en el cuerpo hasta que los servicios de emergencia lleguen al lugar.
Elementos clave de un buen mantenimiento del DEA
- Revisión de la batería. La batería es uno de los componentes más críticos. Los desfibriladores utilizan baterías de larga duración, pero estas deben revisarse regularmente y sustituirse en cuanto alcancen el límite de carga mínima. Las baterías duran entre 2 y 5 años, pero si el desfibrilador se utiliza, incluso para pruebas o mantenimiento, la batería puede agotarse antes.
- Electrodos o parches de desfibrilación. Los electrodos de los desfibriladores tienen una vida útil limitada y deben sustituirse según la fecha de caducidad. Esto se debe a que el gel conductor se degrada con el tiempo, lo cual puede afectar la transmisión de la descarga. Los electrodos también deben ser reemplazados cada vez que el desfibrilador sea utilizado.
- Pruebas de funcionamiento y autocomprobación. Los desfibriladores suelen incluir sistemas de autocomprobación que realizan pruebas automáticas diarias, semanales o mensuales para detectar problemas técnicos. Estas pruebas verifican el estado de la batería, la conexión de los electrodos y el correcto funcionamiento de los componentes.
- Almacenamiento adecuado y limpieza. El dispositivo debe mantenerse en un lugar accesible, seco y libre de polvo. El polvo o la humedad pueden afectar los circuitos internos, reduciendo su vida útil o incluso impidiendo que funcione correctamente en una emergencia. Como medida de protección, los desfibriladores suelen estar instalados en vitrinas visibles y claramente señalizadas.
- Registro y documentación de mantenimiento. Es fundamental llevar un registro detallado del mantenimiento del DEA. Este registro debe incluir las fechas de las revisiones, cambios de batería, electrodos y cualquier otra intervención. La legislación en España, de hecho, exige que todos los desfibriladores tengan un plan de mantenimiento y un registro actualizado, lo cual garantiza que estén listos para usarse en cualquier momento.
¿Es obligatorio realizar el mantenimiento del DEA?
La respuesta es clara: SÍ. La normativa estatal del Real Decreto 365/2009 de 20/03 establece los requisitos y condiciones mínimas de calidad y seguridad que se necesitan de los desfibriladores automáticos y semiautomáticos externos.
Más concretamente, en el Artículo 7 se dispone que “los organismos, empresas e instituciones públicas y privadas que instalen un desfibrilador DESA serán responsables de garantizar su mantenimiento y conservación, de acuerdo con las instrucciones del fabricante”.
Incumplir la normativa de cardioprotección puede implicar sanciones graves
El incumplimiento de la normativa de cardioprotección en las comunidades autónomas puede derivar en sanciones significativas, incluyendo aspectos relacionados con la instalación y el mantenimiento de desfibriladores. Cada comunidad autónoma cuenta con una normativa específica que establece las obligaciones en este ámbito, y no cumplirlas puede considerarse una infracción muy grave.
Según lo dispuesto en la Ley General de Sanidad, las sanciones por vulnerar estas normativas pueden incluso superar los 600.000 euros, lo que destaca la importancia de garantizar el cumplimiento de las disposiciones legales relacionadas con la cardioprotección.
Los desfibriladores son dispositivos de gran valor en la cadena de supervivencia frente a paros cardiacos. A través de un mantenimiento riguroso y una supervisión constante de sus componentes, se puede asegurar que estos dispositivos funcionen correctamente en una situación de emergencia.
Si quieres más información sobre el mantenimiento del DEA, puedes pinchar aquí o escribirnos un correo a marketing@salvavidas.com. Estaremos encantados de poder ayudarte.