El 29 de septiembre se celebra internacionalmente el Día Mundial del Corazón. Este año tenemos de fondo la pandemia de la COVID-19 que ha causado un gran estrago entre las personas que sufren de enfermedades cardiovasculares.
Según la Fundación Española del Corazón, en 2021, “muchos pacientes han tenido miedo de acudir a sus citas médicas rutinarias e incluso de buscar asistencia médica en situaciones de emergencia debido a la pandemia.”
Dado que el corazón es uno de los órganos más vitales de nuestro cuerpo, es importante que nos tomemos enserio su salud. Las investigaciones sobre la salud del corazón han demostrado que llevar unos hábitos de vida saludables puede ayudar a prevenir las enfermedades del corazón.
La prevención de estas enfermedades cardíacas requiere prestar atención a varios aspectos de nuestra vida. El primer paso hacia un corazón sano es tomar conciencia sobre cómo prevenir las enfermedades cardíacas. Algunos riesgos, como el tabaco, el alcohol o el sobrepeso, son obvios.
Pero otros factores de riesgo, como la presión arterial alta o el colesterol alto en sangre tienen pocos signos o síntomas visibles y son también factores de riesgo para nuestra salud cardiovascular.
Alimentación sana para una salud cardiovascular fuerte
Este hábito ocupa el primer lugar en la lista porque previene muchos más trastornos además de las enfermedades cardíacas. No es necesario realizar un cambio brusco de hábitos alimenticios, sino agregar más cereales integrales, verduras y frutas a su dieta cada semana. Además de reducir las grasas saturadas, grasas trans, colesterol, sodio y azúcar.
Cambiar a una dieta saludable para el corazón mantendrá bajo los niveles del colesterol, la presión arterial y el azúcar en la sangre, lo que le ayudará a mantener un peso saludable.
Según la Fundación Española del Corazón algunos tipos de alimentos pueden beneficiar la salud del corazón gracias a sus propiedades naturales.
- Los Frutos Secos como las nueces, las almendras o los anacardos benefician al sistema cardiorrespiratorio de nuestro organismo ya que contienen proteínas y minerales que son sencillos de digerir para nuestro organismo, además de otros beneficios.
- La Carne Blanca como la carne de pollo, pavo o cerdo es baja en grasa saturada y contiene un elevado contenido en proteínas de buena calidad. Además de sus proteínas de fácil digestión, cuenta además con lípidos insaturados, minerales (hierro, cinc, cobre) y vitaminas del tipo B.
- El Pescado es un alimento muy beneficioso para el corazón porque contiene mucha proporción de agua, muchas proteínas de buena calidad y una alta concentración de ácidos grasos omega-3, uno de los grandes aliados de la salud cardiovascular debido a que mejoran la funcionalidad del endotelio, reducen sutilmente la presión arterial, reducen los triglicéridos entre otros beneficios cardiovasculares
- Las Verduras, Hortalizas y Frutas elevan las concentraciones de potasio y magnesio, que sirven para protegernos contra los trastornos del ritmo cardíaco. Consumiéndolas además disminuiremos la ingesta de sodio, cuya sociedad con la hipertensión arterial está demostrada.
- Las Legumbres pueden minimizar hasta en un 14% el riego de sufrir infarto y angina de pecho. Este tipo de alimento ayuda a mejorar el estado de salud general al minimizar de manera significativa los niveles de colesterol LDL (el conocido como colesterol «malo») y coopera a mantener el control del peso por su aporte en fibra y su bajo contenido graso.
El deporte refuerza la salud a tu corazón
El corazón es un órgano muscular que necesita oxígeno y nutrientes para su correcto funcionamiento. Aunque se trate de un órgano muscular, al igual que cualquier otro músculo, el corazón requiere de ejercicio físico para su entrenamiento. Los cardiólogos recomiendan que se debería realizar unos 30 minutos de ejercicio moderado por lo menos 5 días a la semana para disminuir los riesgos de la salud cardiovascular.
La cardióloga española María Dolores Masiá está especializada en Cardiología Deportiva y señala que “Cualquier actividad que implique movimiento y esté mínimamente controlada para evitar lesiones es aconsejable. Si además te permite disfrutar de la naturaleza, mucho mejor. Los beneficios de la actividad física son indiscutibles, tanto a nivel cardiovascular como a nivel osteomuscular. Por eso, se puede afirmar de manera general que la práctica de deporte por parte de una persona sana permite vivir más y mejor”.
Aunque el deporte aporte un extra de valor a nuestra salud del corazón también está relacionado con muchos episodios de muerte súbita. Por ello se deben tomar precauciones a la hora de practicar deporte, como mantenerte hidratado, contralar los cambios de ritmo o pasar un reconocimiento médico deportivo anual.
El estrés empeora la salud cardiovascular
El cuerpo puede reaccionar al estrés de muchas maneras. En primer lugar, libera las hormonas del estrés que aceleran la respiración, también aumenta la presión arterial, los músculos se tensan y la mente maneja pensamientos a gran velocidad.
Según la investigación de la revista de American Heart Association, la salud mental y el estrés puede afectar positiva o negativamente en su salud física.
Cuando nuestro cerebro detecta una situación estresante desencadena una cadena de acontecimientos químicos en el cuerpo. Se libera adrenalina, una hormona que temporalmente hace que su respiración y frecuencia cardíaca se aceleren y su presión arterial aumente. Estas reacciones te preparan para lidiar con la situación. En resumen nuestro cuerpo se preparara para la “lucha” o la “huida”.
Existen diferentes tipos de estrés en relación al daño que producen a nuestro cuerpo.
Por un lado tenemos el estrés positivo que surge cuando la persona se enfrenta a una situación con el propósito de conseguir un beneficio. Este tipo de estrés provoca motivación y energía, es el que encontramos, por ejemplo, en los deportistas antes de una competición o en los actores antes de entrar a escena.
Al otro extremo encontramos el estrés crónico que ocurre cuando el estrés se prolonga en el tiempo y es constante en nuestro cuerpo. El estrés crónico puede provocar un aumento excesivo de la presión arterial, lo que puede aumentar el riesgo de ataques o accidentes cardíacos.
Llevar unos hábitos de vida saludable, como lo que se señalan a continuación, ayudará a reducir los riesgos de enfermedades del corazón.
- Realizar ejercicio regularmente: Hacer ejercicio ayuda a aliviar el estrés, la tensión, la ansiedad y la depresión.
- Dormir entre 7 y 9 horas diarias: Un sueño reparador ayuda a disminuir la presión arterial y mejora las funciones del flujo sanguíneo sistémico y la perfusión tisular.
- Disfrutar de tiempo de ocio con amigos y familiares: Es importante mantener las conexiones sociales y hablar con personas con las que se siente en confianza.
- Practicar aficiones o hobbys personales. Realizar actividades que le resulten entretenidas y puedan distraerlo de los pensamientos o preocupaciones negativas.
- Realizar ejercicios de relajación: Puede ayudar a su corazón aprendiendo técnicas de relajación y respiración. La respiración profunda es una de las mejores formas de reducir el estrés en el cuerpo.