La cardioprotección en cetros deportivos ha cobrado una importancia creciente en los últimos años, impulsada por la necesidad de proteger la salud de los usuarios ante la posibilidad de incidentes cardiacos en contextos de actividad física.
Según datos de la Sociedad Española de Cardiología (SEC), los problemas cardiacos son la principal causa de muerte súbita en personas menores de 35 años y también en atletas jóvenes.
Aunque la incidencia de estos eventos en deportistas es baja, las consecuencias de la falta de una atención rápida pueden ser fatales.
¿Qué es la cardioprotección?
La cardioprotección es un conjunto de estrategias y medidas enfocadas a prevenir, identificar y tratar paradas cardiacas y otros eventos relacionados con el sistema cardiovascular.
En centros deportivos, implica desde la instalación de desfibriladores hasta la formación del personal en soporte vital básico (SVB), reanimación cardiopulmonar (RCP) y uso del DEA. Adicionalmente, debe haber concienciación de los propios usuarios sobre cómo actuar en caso de emergencia.
La cardioprotección es una medida preventiva que no solo protege la salud de los usuarios, sino que también mejora la imagen y la confianza en el centro deportivo.
¿Por qué es necesaria la cardioprotección en cetros deportivos?
Durante el ejercicio físico intenso, el corazón de los deportistas se somete a una mayor presión, especialmente si existe una afección cardiovascular subyacente o si se practican deportes de alta intensidad.
Aunque el riesgo de sufrir un paro cardiaco es bajo en deportistas jóvenes y saludables, sí se eleva en personas con factores de riesgo como hipertensión, colesterol alto o antecedentes familiares de enfermedades cardiacas.
En España, se estima que la incidencia de muerte súbete cardiaca es de aproximadamente 30 casos por cada 100.000 habitantes al año. Según la SEC, entre el 5 y el 10% de estos casos ocurre en personas que están practicando deporte. En un entorno en el que cada segundo cuenta, disponer de dispositivos de desfibrilación (DEA) y personal capacitado puede significar la diferencia entre la vida y la muerte.
La parada cardiaca es un evento que, sin intervención, es mortal en el 90% de los casos, y la probabilidad de supervivencia disminuye en un 10% cada minuto que pasa sin atención. Por esta razón, disponer de un DEA y de personas capacitadas en RCP se convierte en un recurso vital en centros deportivos.
Legislación en España sobre cardioprotección en centros deportivos
En 2018, el Real Decreto 365/2009 estableció las bases de la regulación para el uso de DEA por personal no sanitario en España, haciendo más accesible el uso de estos dispositivos en diversos espacios públicos, incluyendo centros deportivos. Desde entonces, muchas comunidades autónomas han desarrollado sus propias normativas, algunas de ellas exigiendo la instalación de desfibriladores en centros deportivos de tamaño medio grande.
La normativa varía entre comunidades autónomas, pero en general los centros deportivos con grandes afluencias, sobre todo aquellos de más de 2.500 metros cuadrados o con capacidad para albergar eventos deportivos de gran envergadura, están obligados a contar con desfibriladores. En Cataluña, por ejemplo, todos los centros deportivos que superen esta superficie están obligados a disponer de un DEA.
No obstante, existen aún muchas zonas grises. En ciertas regiones, la legislación es menos estricta y los centros deportivos más pequeños o de menor afluencia pueden no estar obligados a tener desfibriladores. Esto abre un debate sobre si la legislación debería ser más homogénea a nivel nacional, para asegurar una respuesta rápida y eficaz en cualquier centros deportivo.
Importancia de los desfibriladores en centros deportivos
Los desfibriladores (DEA) son dispositivos que permiten analizar el ritmo cardiaco de una persona y, si es necesario, aplicar una descarga eléctrica controlada para restablecer el ritmo normal. Están diseñados para ser utilizados para cualquier persona, incluso sin experiencia médica, ya que muchos modelos dan instrucciones paso a paso y solo aplican la descarga si es necesario.
Diversos estudios han demostrado que el uso de un DEA en los primeros 5 minutos de una parada cardiaca puede aumentar las tasas de supervivencia hasta en un 70%. Por ello, su colocación en centros deportivos no solo es una medida de seguridad sino también un acto de responsabilidad y compromiso con los usuarios.
En el marco europeo, países como Francia y Alemania ya tienen una cobertura bastante extensa en la instalación de desfibriladores en instalaciones deportivas. En España, aunque se ha avanzado, todavía existe barreras económicas y de concienciación, especialmente en centros de menor tamaño que no están obligados a disponer de este equipamiento.
Formación en RCP: el valor de una respuesta rápida
La cardioprotección no solo implica tener un desfibrilador en las instalaciones, sino también contar con personal capacitado en reanimación cardiopulmonar (RCP). La formación en RCP permite que los empleados de un centro deportivo sepan cómo actuar ante una parada cardiaca. Esta maniobra, realizada correctamente, permite mantener el flujo de oxígeno al cerebro y otros órganos vitales mientras llega el personal sanitario.
Según la Fundación Española del Corazón, solo el 30% de la población en España sabe realizar RCP, lo que demuestra la importancia de fomentar esta formación entre los empleados de centros deportivos.
El futuro de la cardioprotección en centros deportivos
La cardioprotección en centros deportivos es una medida fundamental que puede salvar vidas y mejorar la seguridad de los usuarios. La instalación de desfibriladores y la formación en RCP son elementos esenciales que deberían formar parte de cualquier plan de seguridad en centros deportivos. La experiencia demuestra que una respuesta rápida y eficaz ante un evento cardiaco no solo mejora las tasas de supervivencia, sino que también genera confianza entre los usuarios y fomenta un entorno deportivo seguro.
En el futuro, se espera que la cardioprotección sea una norma más extendida y accesible en todos los centros deportivos de España. Las campañas de concienciación y la posible unificación legislativa podrían contribuir a que el número de puntos de rescate cardiaco aumente. Por último, decir que la cardioprotección en centros deportivos representa una inversión en salud pública y un compromiso con la vida, valores que deben ser prioritarios en cualquier instalación deportiva.
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