La conducta PAS (Proteger, Alertar y Socorrer) es fundamental en emergencias para proteger y asistir a las víctimas de manera efectiva.
Si quieres ayudar de forma rápida y eficaz ante una emergencia, debes tener muy en cuenta la conducta PAS. En este artículo te contamos en detalle cada uno de los pasos de la conducta PAS, su importancia y su aplicación en distintos contextos. ¡Vamos!
Conducta PAS (Proteger, Alertar y Socorrer)
La conducta PAS es una regla básica y fundamental que se debe seguir en cualquier situación de emergencia. Sus siglas significan: Proteger, Alertar y Socorrer.
Este protocolo ha sido diseñado para guiar a cualquier persona, incluso sin conocimientos sanitarios, en los primeros momentos tras un accidente. Además, su correcta aplicación puede marcar una gran diferencia en el resultado de la emergencia.
Por tanto, entender y aplicar PAS es clave para salvar vidas y minimizar riesgos.
1. Proteger: lo primero es la seguridad
El primer paso es proteger. Aquí, el objetivo principal es evitar nuevos riesgos. Esto incluye proteger a la víctima, al entorno y a ti mismo como auxiliador.
Por ejemplo, si ocurre un accidente de tráfico, antes de acercarte, asegúrate de que no hay peligro de explosión o atropello. Nunca te pongas en riesgo, porque entonces habrá más víctimas.
Además, el entorno debe ser evaluado. Si es posible, señaliza la zona para evitar otros accidentes. Este paso se aplica en cualquier lugar: casa, trabajo o vía pública.
2. Alertar: pedir ayuda de forma eficaz
Una vez el entorno es seguro, el siguiente paso es alertar a los servicios de emergencia. En España, debes llamar al 112. Es importante mantener la calma y dar la información de forma clara y precisa:
-
Qué ha ocurrido
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Dónde estás (dirección exacta o punto de referencia)
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Cuántas personas están heridas
-
Estado de las víctimas (conscientes, inconscientes, con o sin respiración)
Además, no cuelgues hasta que te lo indiquen. El operador puede darte instrucciones importantes mientras llega la ayuda profesional.
3. Socorrer: actuar mientras llega la ayuda
El tercer paso es socorrer. Aquí es donde se aplican los primeros auxilios básicos según la situación. Por ejemplo, si una persona no respira, se debe comenzar la reanimación cardiopulmonar (RCP).
Es muy importante actuar con rapidez y decisión, pero también con seguridad. Si tienes formación en SVB o RCP, aplícala. Si no, sigue las instrucciones que te dé el 112.
En muchos casos, el simple hecho de colocar a la persona en posición lateral de seguridad o controlar una hemorragia puede marcar la diferencia.
PROTEGER
Evaluación del entorno
El primer paso en cualquier situación de emergencia es proteger el área, lo que implica una evaluación rápida pero exhaustiva del entorno para identificar cualquier peligro potencial que pueda causar más daño.
Habría que tener en cuenta lo siguiente:
- Tráfico. En caso de accidente de tráfico, es crucial asegurar la zona para evitar que otros vehículos se involucren en el accidente. Colocar triángulos de emergencia y usar las luces intermitentes del vehículo puede ayudar a advertir a otros conductores.
- Incendios. Si hay riesgo de incendio, se debe evacuar a las personas del área de inmediato y evitar cualquier acción que pueda aumentar el riesgo, como uso de equipos electrónicos.
- Sustancias peligrosas. En caso de derrames químicos o materiales peligrosos, es importante evitar el contacto directo y evacuar el área para prevenir intoxicaciones o quemaduras químicas.
Señalización
Después de evaluar los riesgos, es fundamental señalizar adecuadamente el área para advertir a otros del peligro. Esto podría incluir:
- Colocar triángulos de emergencia a una distancia adecuada en la carretera para alertar a los conductores que se aproximan.
- Usar luces intermitentes y conos de tráfico para desviar el tráfico lejos del área de peligro.
Proteger a las víctimas
Una vez asegurado el entorno, se debe proteger a las víctimas que sufran más daños. Esto puede implicar mover a la persona a un lugar seguro si hay un riesgo inmediato, como un incendio o un derrumbe.
Sin embargo, es crucial hacerlo con precaución para no agravar posibles lesiones, especialmente en casos de trauma en la columna vertebral. Ante cualquier duda, siempre seguir las recomendaciones del 112.
ALERTAR
Llamada de emergencia
El siguiente paso es alertar a los servicios de emergencia. En España, al igual que en Europa, el número de emergencias es el 112, aunque este puede variar en otras partes del mundo.
Durante la llamada, es esencial proporcionar la información de manera clara y concisa:
- Lugar exacto del incidente. Proporcionar direcciones precisas, puntos de referencia visibles y, si es posible, coordenadas GPS. También existen aplicaciones como My112, que nos facilitan todo esto.
- Tipo de incidente. Describir lo que ha sucedido, ya sea un accidente de tráfico, un incendio, una caída, etc.
- Número de personas afectadas. Indicar cuántas personas están involucradas y, si es posible, detallar sus edades aproximadas y condiciones.
- Condiciones de las víctimas. Describir el estado de las víctimas, incluyendo si están conscientes, si respiran, si tienen heridas visibles, etc.
- Peligros adicionales. Informar sobre cualquier riesgo adicional en el área, como fugas de gas, cables eléctricos caídos o derrames de sustancias peligrosas.
Comunicación continua
Es importante permanecer en la línea con los operadores de emergencia hasta que ellos indiquen que se puede colgar.
Los operadores pueden dar instrucciones adicionales sobre cómo manejar la situación y cómo proceder hasta que lleguen los servicios de emergencia. Seguramente nos indicarán que dejemos el móvil en manos libres.
Además, estar disponible para proporcionar información adicional puede acelerar la respuesta y la llegada de la ayuda.
SOCORRER
Evaluación inicial
Antes de proporcionar ayuda, se debe realizar una evaluación inicial de la víctima. Esto incluye:
- Verificar la consciencia. Llamar a la persona por su nombre (si se sabe) o hacer ruido para ver si responde. Tocar o sacudir suavemente por los hombros a la víctima puede ayudar a evaluar su estado de consciencia.
- Comprobar la respiración. Se comprobará la respiración mediante la maniobra frente mentón. Si la persona no respira, se debe iniciar la reanimación cardiopulmonar (RCP) inmediatamente.
Primeros auxilios
Dependiendo de la condición de la víctima, se pueden aplicar diferentes técnicas de primeros auxilios:
- Reanimación cardiopulmonar (RCP). En caso de que la víctima inconsciente no respire, iniciar RCP inmediatamente, alternando compresiones torácicas con respiraciones de rescate. Conocer la técnica adecuada es crucial, por lo que se recomienda recibir formación en SVB y primeros auxilios.
- Control de hemorragias. Aplicar presión directa sobre las heridas para detener el sangrado, utilizando gasas estériles o cualquier tela limpia disponible. Si la hemorragia es muy severa, considerar la aplicación de un torniquete, pero solo como último recurso.
- Tratamiento de quemaduras. Enfriar las quemaduras con agua tibia durante al menos 20 minutos o hasta que cese el dolor. Cubrirlas con un paño limpio para prevenir infecciones. Evitar el uso de hielo, ya que puede causar más daño a los tejidos.
Mantener la calma
Es crucial mantener la calma y tranquilizar a la víctima durante todo el proceso. La calma del auxiliador puede ayudar a reducir el pánico y la ansiedad de la víctima, lo que a su vez puede mejorar la situación general.
Presentarnos y hablar con la víctima, explicarle lo que está ocurriendo y asegurarle que la ayuda está en camino, puede ser muy reconfortante.
Atención continuada
Mientras se espera la llegada de los servicios de emergencia, es importante continuar monitoreando a la víctima y proporcionar primeros auxilios según sea necesario. Esto incluye:
- Reevaluar frecuentemente consciencia y respiración. Comprobar regularmente la respiración y el estado de consciencia.
- Documentar. Si es posible, tomar nota de cualquier cambio en la condición de la víctima y de los primeros auxilios aplicados para informar a los profesionales de la salud a su llegada.
IMPORTANCIA DE LA FORMACIÓN EN PRIMEROS AUXILIOS
Recibir formación adecuada en primeros auxilios y tener clara la conducta PAS es esencial para cualquier persona, independientemente de su ocupación o entorno. Los cursos de primeros auxilios proporcionan las habilidades necesarias para:
- Responder eficazmente. Actuar con confianza y eficiencia en situaciones de emergencia.
- Aplicar técnicas correctas. Conocer y aplicar las técnicas correctas de RCP, control de hemorragias y estabilización de lesiones.
- Prevenir más o mayores daños. Proteger adecuadamente el entorno y a las víctimas, minimizando riesgos adicionales.
Para finalizar, podemos afirmar que la conducta PAS (Proteger, Alertar y Socorrer) es un protocolo o actuación fundamental en situaciones de emergencia.
Seguir estos pasos pueden marcar la diferencia entre la vida y la muerte, así como prevenir más daños.
Puedes escribirnos a marketing@salvavidas.com para cualquier duda o consulta, estaremos encantados de poder ayudarte.
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