Instalar un desfibrilador en colegios y realizar la formación en soporte vital básico es de vital importancia para la supervivencia de la víctima, esto cobra especial sentido en los centros educativos.

Establecer programas de cardioprotección en colegios con desfibriladores DEA DESA, formación y mantenimiento son medidas eficaces contra lo muerte súbita en alumnos, profesores y trabajadores del colegio.

El uso de los desfibriladores no se limita únicamente a los hospitales y ambulancias, de hecho estos eventos críticos ocurren mayormente fuera del ámbito hospitalario, se estima que el 80% de las paradas cardiacas ocurren fuera del hospital.

No hay lugares ni personas que estén exentas de la posibilidad de sufrir un accidente cardíaco. Por ello la instalación de equipos de desfibrilación en colegios es algo que indiscutiblemente salva vidas y reduce las posibles secuelas neurológicas asociadas una parada cardíaca.

El tiempo de respuesta en las situaciones de emergencia médica es de vital importancia para la persona que acaba de sufrir una parada cardiorrespiratoria, ya que por cada minuto que pasa sin intervención por parte de los testigos disminuyen las probabilidades de sobrevivir entre un 7% y un 10%, teniendo en cuenta que los servicios de emergencias suelen tardar en llegar entre 8 y 11 minutos de media, el desfibrilador y la formación en soporte vital básico se hacen imprescindibles para la supervivencia de la víctima.

Desfibrilador en colegios

Para este tipo de situaciones necesitamos conocer la Cadena de Vida: se trata de una serie de pasos que hay que realizar a la hora de atender a alguien que se encuentra inconsciente o con parada cardiorrespiratoria.

En España existen multitud de colegios que están alejados del centro de la población y de los centros médicos, es por ello que para no romper la cadena de supervivencia de una víctima que acaba de sufrir una parada cardiorrespiratoria, se disponga de un desfibrilador DEA y la formación en SVB.

Aunque los casos de emergencias cardiovasculares graves en los centros educativos que afectan a alumnos del colegio resultan escasos, un episodio por cada 100.000 alumnos al año, este porcentaje se cuadruplica si contamos también a los docentes y trabajadores del centro educativo.

Además hemos de considerar también el riesgo de los familiares de los alumnos que visitan el colegio, y la práctica de deportes en horario extra escolar. Los maestros y trabajadores de los centros educativos son responsables de los niños y jóvenes que estudian ahí.

Por ello,  es recomendable que los docentes tengan acceso a la formación en soporte vital básico y uso del desfibrilador para actuar en los primeros minutos de la parada cardiaca hasta que lleguen los servicios sanitarios. Por otro lado el centro debe cumplir con la normativa sobre desfibriladores externos automáticos de la comunidad autónoma a la que pertenezca.

El uso del desfibrilador DEA en niños y adultos

Para luchar contra la muerte súbita en los colegios es imprescindible que los centros educativos se encuentren preparados para afrontar esta clase de situaciones, lo cual incluye el aprendizaje del Soporte Vital Básico (SVB) y el correcto uso del desfibrilador externo semiautomático.

A la hora de utilizar un desfibrilador en un colegio tenemos que tener en cuenta la edad de la víctima. Podemos distinguir dos rangos de edades a la hora de utilizar un desfibrilador en niños.

Los menores de 8 años necesitan un parche especial denominado parche pediátrico y los mayores de 8 años o niños que pesen más de 25 kg necesitan un parche de adulto. Cada tipo de parche se coloca de forma distinta y también reciben una intensidad diferente de descarga.

Otra de las cosas más importantes que se debe considerar a la hora de adquirir un desfibrilador DEA para un colegio es elegir un modelo de desfibrilador que sea fácil de usar. De esa manera, es menos probable que cause pánico a la hora de tener que usarlo.

En España más de 500 son colegios, institutos y universidades, ya han sido cardioprotegidos con el Proyecto Salvavidas. Un ejemplo claro de concienciación con la cardioseguridad de los colegios públicos es el municipio de Écija. La ciudad sevillana ha llevado acabo un plan para cardioproteger a todos los centros educativos de su Término Municipal.