Usar un desfibrilador correctamente puede salvar vidas. Conoce cómo, quién puede hacerlo y por qué la formación en SVB es clave para la cardioprotección. Te lo contamos todo.

Cuando se produce una parada cardiaca, el tiempo se convierte en el factor más determinante. Cada minuto sin actuar reduce un 10% las posibilidades de supervivencia. Por eso, saber usar un desfibrilador correctamente y contar con personas formadas en Soporte Vital Básico (SVB) puede marcar la diferencia entre la vida y la muerte.

En España, cada año se producen más de 30.000 paradas cardiacas extrahospitalarias, según datos del Consejo Español de Resuscitación Cardiopulmonar (CERCP). La mayoría ocurren fuera de los hospitales, en lugares como oficinas, colegios, centros deportivos o incluso en la calle. Si la desfibrilación se realiza en los primeros minutos, las probabilidades de supervivencia pueden multiplicarse por tres.

La clave está en la formación del personal, la disponibilidad de desfibriladores (DEA o DESA) y en promover una auténtica cultura de cardioprotección en todos los entornos.

¿Qué es un desfibrilador y cómo funciona?

Un desfibrilador externo es un dispositivo médico diseñado para restablecer el ritmo normal del corazón cuando este sufre una fibrilación ventricular o una taquicardia sin pulso.

Dicho de otra forma, aplica una descarga eléctrica controlada que “reinicia” la actividad eléctrica cardiaca para que el corazón recupere su ritmo normal.

Existen dos tipos principales:

  • DEA (Desfibrilador Externo Automático). Analiza el ritmo cardiaco y administra la descarga automáticamente si detecta una arritmia desfibrilable.
  • DESA (Desfibrilador Externo Semiautomático). El equipo realiza el análisis, pero requiere que el usuario pulse el botón para aplicar la descarga.

Ambos dispositivos están diseñados para ser seguros y fáciles de usar, incluso por personas sin conocimientos sanitarios. A través de instrucciones de voz, señales visuales y un diseño intuitivo, el desfibrilador guía paso a paso el reanimador durante todo el proceso.

Cómo usar un desfibrilador paso a paso

Aprender a usar un desfibrilador no es complicado, pero requiere conocer los pasos básicos que recomienda el European Resuscitation Council (ERC) dentro de la llamada “cadena de supervivencia”. A continuación, desglosamos dicha cadena, formada por 4 eslabones (Reconocimiento y llamada de emergencia 112, reanimación cardiopulmonar, desfibrilación precoz, soporte vital avanzado y cuidados post-resucitación) en 10 pasos:

  1. Valora la seguridad del entorno. Asegúrate de que no existe riesgo eléctrico, de tráfico o de otro tipo.
  2. Comprueba el nivel de consciencia. Sacude suavemente a la persona y pregunta si se encuentra bien.
  3. Verifica la respiración. Si no respira o lo hace de forma anómala, se trata de una parada cardiaca.
  4. Llama al 112. Informar de lo ocurrido e indica si hay un DEA disponible.
  5. Inicia la RCP. Realiza compresiones torácicas en el centro del pecho a un ritmo de 100-120 por minuto.
  6. Enciende el desfibrilador. El equipo te guiará con instrucciones de voz claras y precisas.
  7. Coloca los parches adhesivos. Uno bajo la clavícula derecha y el otro en el costado izquierdo, siguiendo el esquema indicado.
  8. Deja que el DEA analice el ritmo. Asegúrate de no tocar a la víctima durante el análisis.
  9. Aplica la descarga si el equipo lo indica. Comprueba que nadie esté en contacto con la persona.
  10. Reanuda la RCP inmediatamente. No detengas las compresiones hasta que el DEA o los servicios de emergencia lo indiquen.

El dispositivo puede seguir administrando nuevas descargas si es necesario, y continuará guiando el proceso hasta la llegada de los profesionales sanitarios.

La evidencia demuestra que la desfibrilación temprana, dentro de los primeros 3 a 5 minutos, puede aumentar la tasa de supervivencia hasta en un 70%. Por eso, disponer de un DEA y saber usar un desfibrilador correctamente resulta esencial.

¿Quién puede usar un desfibrilador en España?

Una de las preguntas más comunes es quién puede hacer uso de estos equipos. La respuesta es clara: cualquier persona puede usar un desfibrilador si presencia una parada cardiaca.

El Real Decreto 365/2009, así como las diferentes normativas autonómicas, permiten su uso por personal no sanitario en situaciones de emergencia. Además, promueven la formación en SVB y uso del DEA para garantizar una actuación segura y efectiva.

Aunque no es obligatorio contar con un certificado para intervenir en una emergencia, sí es muy recomendable recibir formación específica, tanto para ganar confianza como para optimizar la respuesta ante una para cardiaca.

La formación en SVB y uso del DEA. Una inversión en seguridad y prevención.

La formación en SVB y uso del DEA es uno de los primeros pasos para crear entornos mejor preparados ante posibles emergencias. Durante las formaciones, los participantes aprenden a:

  • Reconocer una parada cardiaca
  • Aplicar correctamente las maniobras de reanimación cardiopulmonar (RCP)
  • Utilizar un desfibrilador con seguridad
  • Coordinar la intervención con los servicios de emergencia
  • Mantener la calma en una situación crítica

Estas formaciones suelen estar avaladas por entidades como el CERCP o el European Resuscitation Council (ERC), que establecen las guías y protocolos oficiales de actuación en reanimación cardiopulmonar.

Además, la formación no solo sirve como inversión en seguridad, sino que también cumple una función preventiva dentro de las estrategias de Prevención de Riesgos Laborales (PRL). Cada vez más empresas, instituciones educativas y administraciones incorporan estos cursos dentro de sus planes de salud y seguridad laboral.

¿Espacios cardioprotegidos? Más que cumplir una normativa

Disponer de un desfibrilador no basta para considerarse un espacio cardioprotegido. Un espacio cardioprotegido implica un conjunto de medidas y procedimientos que garantizan una respuesta rápida y eficaz ante una emergencia cardiaca:

  • Desfibrilador operativo y accesible en un punto visible.
  • Personal formado en SVB y manejo del DEA.
  • Revisiones periódicas y mantenimiento del dispositivo.
  • Registro oficial del equipo ante la autoridad sanitaria correspondiente.
  • Señalización clara que facilite su localización inmediata.

Contar con estos recursos no solo cumple con la normativa de cardioprotección, sino que transmite una imagen de compromiso con la seguridad y el bienestar de las personas.

Cada vez más centros comerciales, instalaciones deportivas, empresas, colegios y edificios públicos en España apuestan por incorporar estos dispositivos y formar a su personal, no solo por obligación normativa, sino también por impulsar así una red de espacios cardioprotegidos, mejorando la respuesta ante emergencias cardiacas.

Cardioprotección y prevención: una responsabilidad compartida

Promover la cardioprotección es mucho más que instalar un equipo, es una cultura de responsabilidad compartida. Todos los agentes (administraciones, empresas y ciudadanía) tienen un papel clave a la hora de fortalecer la cadena de supervivencia.

La prevención de riesgos laborales, la formación continua en SVB y DEA y la creación de espacios cardioprotegidos son estrategias que salvan vidas cada año. La formación convierte a las personas en eslabones activos dentro de la comunidad, capaces de responder con seguridad y eficacia ante un paro cardiaco.

Usar un desfibrilador no requiere ser experto, solo estar preparado. La clave está en la formación, la práctica y la concienciación.

Si quieres más información sobre nuestro curso en SVB y uso del DEA o sobre nuestros servicios de cardioprotección, puedes mandarnos un correo a marketing@salvavidas.com. Estaremos encantados de poder ayudarte.

Más contenido de interés

En Salvavidas Cardio te ofrecemos tres niveles de cardioprotección adaptados a cada necesidad:

🔧 Y no olvides nuestro servicio de mantenimiento de desfibriladores, para que siempre estén listos. ¡Tu seguridad es nuestra prioridad!

Contacta con nosotros

salvavidas-logo
Resumen de privacidad

Esta web utiliza cookies para que podamos ofrecerte la mejor experiencia de usuario posible. La información de las cookies se almacena en tu navegador y realiza funciones tales como reconocerte cuando vuelves a nuestra web o ayudar a nuestro equipo a comprender qué secciones de la web encuentras más interesantes y útiles.