Las enfermedades del sistema cardiovascular representan la principal causa de mortalidad en España y Europa. Comprender sus tipos, factores de riesgo y estrategias de prevención es clave para intervenir oportunamente. En este artículo analizamos las enfermedades más frecuentes del corazón y los vasos sanguíneos, con enfoque divulgativo y consejos útiles para un estilo de vida saludable.

¿Qué son las enfermedades cardiovasculares?

Las enfermedades cardiovasculares (ECV) agrupan trastornos que afectan el corazón y los vasos sanguíneos, incluyendo arterias, venas y capilares. Pueden comprometer la estructura o función del corazón y limitar el flujo sanguíneo a distintos órganos.

Principales enfermedades del sistema cardiovascular

1. Enfermedad coronaria (cardiopatía isquémica)

Es la más frecuente. Se produce por acumulación de placa de ateroma en las arterias coronarias, lo que reduce el suministro de oxígeno al músculo cardíaco. Esto puede desencadenar:

  • Angina de pecho
  • Infarto agudo de miocardio
  • Muerte súbita cardíaca

Factores de riesgo: dieta rica en grasas, sedentarismo, tabaquismo, hipertensión y diabetes.

Síntomas comunes: dolor torácico irradiado, disnea, mareo, náuseas.

2. Hipertensión arterial

Aumento persistente de la presión en las arterias por encima de 139/89 mm Hg. Es la principal causa de eventos cardiovasculares, como ictus, infarto o insuficiencia renal.

La hipertensión es asintomática en muchos casos, lo que la convierte en una “asesina silenciosa”. Cada incremento de 20 mm Hg en presión sistólica duplica el riesgo cardiovascular.

3. Insuficiencia cardíaca

Se produce cuando el corazón no puede bombear suficiente sangre para las necesidades del cuerpo. Es el resultado final frecuente de enfermedades como la cardíaca coronaria o hipertensión.

La prevalencia en personas mayores de 65 años es del 6–10%, y la mortalidad anual después del diagnóstico alcanza hasta el 35–45%.

4. Arritmias cardíacas

Trastornos del ritmo cardiaco que pueden ser benignos o graves. Pueden causar palpitaciones, mareos o síncopes, y aumentar el riesgo de accidente cerebrovascular o muerte súbita.

5. Enfermedades de las válvulas cardíacas

Incluyen estenosis o insuficiencia de las válvulas (mitral, aórtica…). Pueden ser degenerativas, congénitas o infecciosas, y provocan disfunción cardíaca progresiva.

6. Cardiomiopatías

Enfermedades que afectan al músculo cardíaco (miocardio), reduciendo su capacidad de contracción. Pueden tener origen genético, tóxico o metabólico.

7. Enfermedad arterial periférica

Estrechamiento u obstrucción de arterias que irrigan extremidades, provocando dolor al caminar (claudicación), úlceras o gangrena.

8. Endocarditis

Infección del revestimiento interno del corazón y válvulas, generalmente bacteriana. Puede ser mortal si no se trata con rapidez.

9. Accidente cerebrovascular (ictus)

Aunque no es exclusivamente cardiovascular, suele ser consecuencia de enfermedad arterial coronaria o hipertensión, y requiere intervención urgente.

Factores de riesgo cardiovascular

Estos factores elevan la probabilidad de desarrollar ECV:

  • Modificables: hipertensión, colesterol alto, obesidad, tabaquismo, sedentarismo, diabetes, dieta inadecuada, estrés.
  • No modificables: edad, género masculino (más riesgo antes de menopausia), antecedentes familiares.

Prevención primaria: claves para cuidar el corazón

La prevención tratada por entidades como la World Heart Federation y la AHA, se basa en:

  • Dieta mediterránea (rica en fruta, verduras y pescado)
  • Actividad física regular
  • Evitar tabaco y consumo nocivo de alcohol
  • Control de hipertensión, colesterol y diabetes
  • Gestión del estrés y peso adecuado (lacardio.org)

Estas medidas permiten reducir hasta un 80 % el riesgo de ECV.

Diagnóstico y tratamiento

Un diagnóstico temprano mejora el pronóstico. Incluye:

  • Historia clínica completa (antecedentes, factores de riesgo, síntomas).
  • Examen físico, pruebas de imagen (ecocardiograma, angiografía), análisis de sangre.
  • Evaluación de funciones cardíaca y niveles de péptidos natriuréticos.

El tratamiento varía según la enfermedad:

  • Cambios en el estilo de vida
  • Medicación (antihipertensivos, estatinas, antidiabéticos)
  • Procedimientos: angioplastia, bypass, cirugía valvular, desfibrilador implantable o terapia eléctrica.

Consecuencias y cifras en España

  1. Las ECV representan alrededor del 30 % de las muertes en España.
  2. La hipertensión afecta a más de 10 millones de adultos, sin síntomas en muchos.
  3. La insuficiencia cardíaca es la principal causa de hospitalización en mayores de 65 años.

Intervenciones comunitarias y educativas

La prevención puede incluir:

  1. Educación en centros escolares y empresas sobre primeros auxilios y RCP.
  2. Programas de control comunitario de presión arterial y colesterol.
  3. Instalación de desfibriladores DEA en espacios públicos, con formación básica en soporte vital.

No puedes olvidar

Las enfermedades cardiovasculares no solo afectan a personas mayores o con antecedentes familiares. Hoy en día, el estrés, el sedentarismo, una alimentación inadecuada y el tabaquismo están provocando que el riesgo cardiovascular aparezca cada vez a edades más tempranas. Por eso, no puedes olvidar que la prevención comienza en el día a día: con hábitos saludables, revisiones médicas regulares y educación desde edades tempranas.

Además, en entornos colectivos como colegios, empresas, centros deportivos o espacios públicos, la instalación de desfibriladores externos (DEA) y la formación en soporte vital básico no es una opción, sino una necesidad real. Saber cómo actuar en los primeros minutos ante una parada cardiorrespiratoria puede suponer la diferencia entre la vida y la muerte. De hecho, si la RCP se inicia en el primer minuto y se aplica una descarga con DEA antes de los tres minutos, la tasa de supervivencia puede alcanzar el 70–80 %.

Recuerda también que muchas comunidades autónomas en España han regulado el uso y disponibilidad de estos equipos. Es decir, además de ser una medida de responsabilidad social, también es una obligación legal en determinados contextos. Conocer las normativas, actuar de forma preventiva y dotar a tu entorno de las herramientas adecuadas es parte esencial del cuidado cardiovascular.

Las enfermedades del sistema cardiovascular son frecuentes pero, en gran parte, prevenibles y tratables. Identificar factores de riesgo, adoptar hábitos de vida saludables y acceder a diagnóstico temprano son las claves para reducir la mortalidad y mejorar la calidad de vida.

La combinación de conocimiento, prevención, formación y acceso a tecnología como DEA conforma una estrategia eficaz para cuidar el corazón de forma colectiva.

Fuentes oficiales

Más información sobre las enfermedades cardiovasculares

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