Debido a la neumonía, todos los días son hospitalizados en torno a 500 pacientes y, cada año, fallecen una media de 9.000 personas en España. Con estos datos sobre la mesa, está claro que es una enfermedad ante la que tenemos que estar preparados.

Por esta razón, en este artículo te voy a contar todo lo que tienes que saber sobre la neumonía. Quédate hasta el final que te lo cuento todo.

¿Qué es la neumonía?

Según la Sociedad Española de Medicina Interna, la neumonía es una infección de las vías respiratorias, que afecta a uno o ambos pulmones por bacterias, virus u hongos.

Cuando inhalamos el aire, estos gérmenes pasan a los pulmones, el sistema inmunitario activa su mecanismo de defensa provocando una inflamación y los alveolos se llenan de líquido o pus producida por la infección.  De esta forma, se impide el intercambio gaseoso.

El periodo de incubación puede variar, lo normal suele ser entre uno y tres días.

Los primeros signos y síntomas son la fiebre y tos, que puede producir flema, dolor torácico, disnea y/o malestar general.

¿Existe tratamiento para la neumonía?

Cuando aparecen los signos y síntomas de los que hablábamos antes, hay que acudir al médico para que no se complique y no haya ingreso hospitalario.

Los tratamientos más habituales son antibiótico, antivirales, antimicóticos, tratamiento para dolores musculares y fiebre.

Cuando la neumonía es grave y requiere ingreso, todos los tratamientos anteriores se pasan al organismo por vía intravenosa. Además, seguramente habrá que aportar oxigeno (oxigenoterapia) e incluso ventilación asistida. Desgraciadamente, si todo esto no funciona y, si es muy grave, la enfermedad puede llevar a la muerte.

A veces, puede ser necesario cirugía de rescate de las partes gravemente infectadas o dañadas.

Los bebes, niños y adultos que no se vacunan, tienen mayor riesgo a padecerla, por lo que es muy importante estar alerta para tratarla cuanto antes.

¿Cuáles son los principales virus que provocan la neumonía?

A continuación, te dejo las principales bacterias, virus y hongos que pueden provocar neumonía:

  • Bacterias. Son frecuentes en los adultos y se producen frecuentemente por la bacteria neumococo.
  • Virus. Virus de la influenza (gripe) y rinovirus (resfriado común) son los más habituales de los adultos, en niños el más frecuente es el VSR (virus sincicial respiratorio). Otro virus que causa la neumonía es el ya muy conocido SARS-CoV-2 responsable de la COVID19.
  • Hongos. El hongo Pneumocystis jirovecii puede causar neumonía en personas que ya tengan el sistema inmunitario debilitado.

Los factores de riesgo más comunes

Los factores de riesgo más comunes suelen ser la edad, el entorno en el que nos encontramos y las diferentes afecciones médicas o patologías que podamos sufrir.

  • Edad. La neumonía puede afectar a cualquier persona de cualquier edad, pero los que mayor riesgo tienen son los bebes prematuros y niños de hasta dos años. También los adultos mayores de 65 años, ya que la gente al envejecer se debilita el sistema inmunitario, además tienen otras afecciones de salud que aumentan este riesgo. Si además no han recibido esta vacuna, el riesgo es aún mayor.
  • Entorno. La mayoría de las veces, la enfermedad se transmite de unas personas a otras. También pueden transmitirse debido a estar en contacto con animales infectados como aves de corral o animales de granja en general. Además, las posibilidades de contagiarse son mayores cuando los espacios son confinados, cerrados, poco ventilados y se respira aire contaminado o gases tóxicos.
  • Afecciones médicas. Enfermedades pulmonares como asma, EPOC, desnutrición, diabetes, trastornos cerebrales como ACV o Parkinson contribuyen a la neumonía. En personas mayores, hay mucho riesgo de la broncoaspiración, esto es debido a que tienen poca capacidad de toser o deglutir los alimentos, bebida, vomito o incluso la saliva, existiendo la posibilidad pasar al aparato respiratorio, llegando a los pulmones y generando infección. Cualquier afección como VIH, trasplantes de médula ósea, embarazo, quimioterapia o el uso prolongado de esteroides también pueden debilitar el sistema inmunitario.

También existe la neumonía nosocomial o la adquirida intrahospitalaria, la cual se desarrolla en personas hospitalizadas después de 2 o más días de ingreso.

¿Se puede prevenir la neumonía?

Realmente no sabemos si vamos a padecer o no la neumonía, pero sí que podemos tomar acción para ayudar a prevenirla.

Una de las formar más rápidas, sencillas y efectivas que podemos hacer a la hora de prevenir la neumonía es mantener nuestro sistema inmunitario fuerte. Esto se consigue teniendo un estilo de vida saludable, con una dieta sana, haciendo deporte de forma regular y durmiendo lo suficiente.

También es muy importante evitar el alcohol y el tabaco, dos de los vicios que más daña las defensas del organismo.

Tener una buena higiene, lavarse las manos de forma regular y utilizar geles desinfectantes también es una buena forma de prevenir cualquier tipo de enfermedad, no solo la neumonía.

Por otro lado, existen las vacunas. Las vacunas ayudan a no padecer la gripe y la neumonía, sobre todo en bebes, niños y personas mayores. Además, hay que recordar que los pediatras, según las edades, pautarán otras vacunas para evitar contraer diversas enfermedades asociadas con la neumonía.

Posibles complicaciones de la neumonía

A veces, incluso tomando acciones preventivas, las personas sufren neumonía, sobre todo los grupos de alto riesgo (bebes, niños y personas mayores).

Las complicaciones más frecuentes en estos casos son:

  • Absceso pulmonar. Cuando se forma pus en la cavidad del pulmón precisando antibióticos o incluso cirugía de drenaje con sonda o aguja larga.
  • Dificultad para respirar. Si la dificultas para respirar es grave y no obtienes oxigeno suficiente, es posible que debas hospitalizarte y llegar a utilizar un ventilador (respirador artificial).
  • Derrame pleural. Se produce cuando se acumulan líquidos entre las capas de tejido que recubren los pulmones y la cavidad torácica o pleura. Si esto ocurre, hay que drenarlo con una sonda pleural o con cirugía.
  • Bacteriemia. Bacterias que ingresan al torrente sanguíneo desde los pulmones, estas pueden llegar a otros órganos y provocar una insuficiencia orgánica grave.

Para terminar, he de recordar que hay que estar alerta a los signos y síntomas descritos anteriormente, sobre todo en personas de riesgo, la prevención es muy importante. En épocas de frio, la neumonía es considerada una de las primeras causas de muerte.

Espero que haya sido útil este artículo. Recuerda que puedes escribirnos a marketing@salvavidas.com para cualquier duda o consulta.

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