¿Cómo los servicios de emergencia salvan vidas ante una paradas cardiacas? Cada minuto cuenta en una parada cardiaca. Sin una respuesta rápida y efectiva, las probabilidades de supervivencia disminuyen drásticamente. En este artículo, exploramos cómo los servicios de emergencia logran salvar vidas en estas situaciones críticas y qué papel juegan la rapidez, la formación y la sociedad en este proceso.

En España, según datos de la Sociedad Española de Cardiología (SEC), se producen unas 30.000 paradas cardiacas extrahospitalarias al año, lo que equivale a más de 80 cada día. La actuación de los servicios de emergencia es clave para revertir esta situación, pero también lo es la respuesta de los testigos y la formación de la población en maniobras de reanimación cardiopulmonar (RCP).

La importancia de una respuesta inmediata

Cuando alguien sufre una parada cardiaca, su corazón deja de bombear sangre, lo que provoca que el oxígeno no llegue al cerebro ni a otros órganos vitales. Si no se actúa rápidamente, el daño cerebral comienza en los primeros 4-6 minutos, y después de 10 minutos sin oxígeno, la probabilidad de supervivencia es mínima.

Según la Fundación Española del Corazón (FEC), cada minuto sin maniobras de reanimación reduce en un 10% las probabilidades de supervivencia. Esto significa que, si los servicios de emergencia tardan 10 minutos en llegar y nadie ha iniciado la RCP, las posibilidades de que la víctima sobreviva son prácticamente nulas.

Aquí es donde entran en acción los servicios de emergencia, que siguen una estrategia de 3 pasos clave:

  • Reconocimiento del problema
  • Activación inmediata del sistema de emergencias (llamada 112)
  • Actuación rápida y eficaz, tanto por parte de testigos como los equipos sanitarios.

El objetivo es claro: minimizar el tiempo sin circulación sanguínea y sin oxígeno para aumentar las probabilidades de supervivencia con secuelas mínimas.

El primer eslabón: la llamada al 112

El 112 es el número único de emergencias en toda la Unión Europea y permite activar un protocolo coordinado para responder a una parada cardiaca.

  • El papel de los operadores. No solo envían ayuda, sino que también guían a los testigos para que inicien maniobras de reanimación hasta la llegada de los sanitarios. En muchos casos, el operador puede indicar cómo hacer una RCP telefónica.
  • Tiempo de respuesta. En España, la media de llegada de los servicios de emergencia oscila entre 8 y 12 minutos, dependiendo de la ubicación y el tráfico. Sin embargo, en zonas rurales o alejadas, este tiempo puede ser mayor.
  • Protocolos de intervención rápida. En algunas comunidades autónomas, existen sistemas de primera respuesta con policías y bomberos equipados con desfibriladores, reduciendo el tiempo de asistencia.

Cada minuto cuenta. Por eso, la formación de los ciudadanos en RCP es crucial para que se inicie la reanimación antes de que lleguen los sanitarios.

La importancia de la formación en Soporte Vital Básico

Las maniobras de reanimación cardiopulmonar (RCP) y el uso de un desfibrilador externo automático o semiautomático (DEA | DESA) pueden marcar la diferencia entre la vida y la muerte.

  • La RCP de calidad. Consiste en compresiones torácicas firmes y constantes, a un ritmo de 100-120 por minuto. Si no se sabe realizar la respiración boca a boca, las compresiones torácicas continuas siguen siendo igual de efectivas. Las ventilaciones boca a boca no son necesarias.
  • Uso de desfibriladores. Según datos del Consejo Español de Resucitación Cardiopulmonar (CERCP), el uso de un DEA en los primeros 3-5 minutos aumenta la tasa de supervivencia hasta un 70%.

A pesar de estos datos, España aún cuenta con pocos desfibriladores accesibles en espacios públicos. En países como Francia o Alemania, es obligatorio tener un DEA en estaciones de transporte, centros comerciales y lugares con gran afluencia de personas, mientras que en España la normativa depende de cada comunidad autónoma.

La combinación de RCP y desfibrilación precoz puede significar una diferencia crucial entre la vida o la muerte.

La llegada del equipo de emergencias: tecnología y profesionalidad al rescate.

Cuando el quipo de emergencias llega al lugar, toman el control de la situación y aplican técnicas avanzadas de soporte vital básico. Su intervención incluye:

  • Monitorización avanzada. Uso de equipos como el ECG portátil para evaluar la actividad cardiaca.
  • Desfibrilación avanzada. Si el DEA no ha sido usado antes, los sanitarios administran una descarga controlada.
  • Administración de fármacos. Adrenalina y otros medicamentos para estabilizar al paciente.
  • Ventilación asistida. Uso de dispositivos para mantener la oxigenación cerebral.

En muchos casos, estos equipos logran revertir la parada cardiaca y estabilizar al paciente para su traslado al hospital.

¿Cómo mejorar la tasa de supervivencia en España?

Aunque los servicios de emergencia hacen un trabajo excepcional, la clave está en la concienciación y formación de la población.

  • Más formación en RCP. En países como Dinamarca, donde la formación en RCP es obligatoria en los colegios, la tasa de supervivencia es el doble que en España.
  • Mayor acceso a desfibriladores. Incrementar el número de DEA en espacios públicos es fundamental.
  • Concienciación social. Programas educativos para que más personas sepan cómo actuar en caso de emergencia.

Los servicios de emergencia salvan vidas ante paradas cardiacas

Los servicios de emergencias desempeñan un papel esencial en la atención a una parada cardiaca, pero cada ciudadano también puede ser un eslabón clave en la cadena de supervivencia.

Aprender a realizar la RCP, conocer la ubicación de los desfibriladores y actuar con rapidez puede marcar la diferencia entre la vida y la muerte.

Esperamos que este nuevo artículo haya sido de utilidad. Para más información sobre cardioprotección, podéis escribirnos a marketing@salvavidas.com. Esteremos encantados de poder asesoraros y solucionar todas vuestras dudas.