La normativa de cardioprotección en Canarias exige DEA en espacios clave y formación en SVB. Descubre requisitos, obligaciones, sanciones y mucho más.
Imagina que alguien sufre una parada cardiaca justo delante de ti. Puede ocurrir en un centro deportivo, un aeropuerto, una oficina, una escuela o incluso en el vestíbulo de tu empresa. En ese momento, solo hay una cosa más importante que la rapidez: estar preparado. En Canarias, esa preparación está regulada de forma muy clara.
Conocer y cumplir la normativa de cardioprotección en Canarias no es solo una cuestión legal, es un acto de responsabilidad.
Si gestionas un espacio público o privado con cierta afluencia, este artículo te interesa. Vamos a repasar qué exige exactamente la normativa, cómo aplicarla en tu entorno y qué beneficios obtienes al convertir tu espacio en un entorno cardioprotegido.
Una normativa pensada para proteger
Canarias cuenta con una de las regulaciones más completas de España en cuanto a desfibriladores externos.
El Decreto 157/2015, en vigor desde junio de ese año, establece los criterios para la instalación, uso y mantenimiento de los DEA (desfibriladores externos automatizados) fuera del ámbito sanitario.
A diferencia de otras comunidades que solo establecen recomendaciones, la normativa de cardioprotección en Canarias sí que establece obligaciones claras sobre dónde debe haber un desfibrilador, quién puede utilizarlo, qué formación es necesaria y qué sanciones se aplican en caso de incumplimiento.
Esta normativa se enmarca también en un contexto más amplio, junto al Real Decreto 365/2009, la Ley de Prevención de Riesgos Laborales y otras normas sanitarias y de seguridad internacionales, como la ISO 45001 y la ISO 7010.
¿Dónde es obligatorio tener un DEA?
Esta es la gran pregunta que se hacen muchas empresas y entidades ¿estoy obligado a instalar un desfibrilador? La respuesta está en el tipo de espacio y la afluencia de personas.
En Canarias, es obligatorio disponer de un DEA en lugares como aeropuertos, puertos comerciales, intercambiadores de transporte en municipios con más de 50.000 habitantes, hoteles con más de 1.000 plazas, centros deportivos con terapias rehabilitadoras o aquellos con gran afluencia diaria, edificios públicos, sala de congreso o teatros con capacidad superior a 1.000 personas y grandes superficies comerciales.
Además, aunque no sean de obligación legal, hay muchos espacios en los que se recomienda tener un desfibrilador: hoteles con entre 700 y 1.000 plazas, centros educativos muy concurridos, instalaciones deportivas medianas, barcos interinsulares, estaciones en municipios de más de 20.000 habitantes o servicios de emergencia no sanitarios (bomberos, policías, protección civil).
Si alguno de estos entornos te resulta familiar, quizá es momento de actuar.
El desfibrilador no basta. La formación es clave
Tener un DEA es solo una parte del compromiso. La normativa de cardioprotección en Canarias exige que el dispositivo esté siempre acompañado por personal acreditado. Es decir, alguien formado correctamente para actuar en caso de emergencia.
La formación debe cumplir una serie de requisitos estrictos: ser presencial, eminentemente práctica (al menos el 80% del contenido), y con un máximo de 8 alumnos por instructor. El curso inicial debe tener 8 horas de duración, y debe renovarse cada 3 años con una formación de reciclaje de 4 horas.
Esta formación en SVB y uso del DEA debe impartirse por centros acreditados y seguir los estándares marcados por el Consejo Español de Resucitación Cardiopulmonar (CERCP) y el European Resuscitation Coincil (ERC).
En otras palabras, si tienes un desfibrilador, necesitas también un equipo humano preparado para usarlo.
¿Y si ocurre una emergencia? ¿Quién puede usarlo?
Aunque la formación es obligatoria, la normativa contempla una excepción muy importante: en caso de parada cardiaca, cualquier persona puede utilizar el DEA, incluso sin formación previa, si sigue las instrucciones del Servicio de Urgencia Canario (112) y del propio dispositivo.
Esto significa que, si presencias una emergencia, puedes actuar sin miedo. Pero recuerda, la mejor respuesta siempre es la preparada, y por eso la formación y la anticipación siguen siendo esenciales.
Instalación y mantenimiento. Nada puede fallar
El Decreto 157/2015 establece que los DEA deben instalarse en lugares visibles, accesibles y correctamente señalizados según parámetros ILCOR. Además, es obligatorio comunicar su instalación a la Consejería de Sanidad, garantizar su mantenimiento técnico, sustituir consumibles en plazo y disponer del material complementario necesario: tijeras, guantes, barreras de ventilación, rasuradora…
Uno de los aspectos más exigentes es que cada vez que se utilice el desfibrilador, debe notificarse a la autoridad competente en un plazo de máximo de 24 horas.
También existen sanciones por incumplimiento normativo
¿Y si no cumples? La normativa prevé un régimen sancionador con infracciones leves, graves y muy graves. Las multas pueden ir desde unos cientos de euros hasta más de 600.000 euros en casos especialmente graves.
Las situaciones más comunes que pueden derivar en sanciones incluyen:
- No disponer de DEA en espacios obligados
- No haber registrado el equipo correctamente
- Formación caducada o no acreditada
- Mantenimiento inadecuado
- No comunicar un uso a tiempo
- Falta de señalización visible
Pero más allá de las sanciones económicas, el incumplimiento puede acarrear responsabilidades civiles o penales en caso de que no se actúe a tiempo durante una emergencia. Además, puede afectar gravemente la reputación de una empresa o incluso su participación en licitaciones públicas.
Cumplir con la normativa de cardioprotección en Canarias es proteger a tu gente
Convertir tu espacio en un espacio cardioprotegido no solo es cumplir con la ley, también es proteger a quienes trabajan contigo, a quienes visitan tus instalaciones o a quienes pasan por allí cada día. Es una declaración de principios y un compromiso con la vida.
Además, la inversión no es tan elevada como parece. Hoy existen opciones como el alquiler de desfibriladores, que permiten adaptarse a las necesidades de cada entidad sin grandes desembolsos. Y la formación, además de ser altamente útil y transferible a otros contextos, puede bonificarse a través de FUNDAE.
La normativa de cardioprotección en Canarias es clara, tu acción también debería serlo
Si gestionas un centro deportivo, un hotel, un centro educativo, una empresa con afluencia de público o cualquier otro espacio que encaje en la normativa, no lo dejes para más adelante. Instalar un desfibrilador, formar a tu equipo y cumplir con las exigencias legales puede marcar la diferencia.
Para más información o resolver cualquier duda, puedes escribir a marketing@salvavidas.com.
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